Hasta la vuelta Francisco

¡Hasta la vuelta Francisco!
Jorge Mario Bergoglio se ha ido del Ecuador. Su visita, tal y como se esperaba, generó una apertura desbordante en quienes profesan la fe católica. Algunas cifrasseñalan que dos millones de personas estuvieron presentes en las misas celebradas tanto en Quito como en Guayaquil, eso sin contar a todas las personas que se apostaban en las calles para observarle durantevarios de sus recorridos. La conmoción, el júbilo y la expectativa inundaron a una gran cantidad de personas ansiosas por recibir un mensaje de unidad, amor y esperanza. Un mensaje que les invite aprofundizar en el sentido de la vida, en la relación de la familia y en el amor hacia los demás.
De esa manera, un primer análisis de mi parte me lleva a pensar en la realidad de nuestra sociedad. Enmedio de todos los conflictos, tensiones y desacuerdos nos proyectamos como una sociedad en espera de un discurso religioso esperanzador, un discurso que prometa algo diferente a lo que actualmentevivimos y un discurso orientado a mostrar las características y virtudes de seguir a Jesús.
En respuesta a ello, los cristianos evangélicos debemos estar felices, pues aquí se nos presenta unaoportunidad de misión. Aun cuando Jorge ya no esté en el país, la apertura al evangelio está latente hoy más que nunca. ¡Qué maravilla! El evangelio que trasciende conceptos, posturas e ideologías y que sefundamenta principalmente en el amor tiene una oportunidad de oro en nuestra historia.
Sin embargo, las reacciones en contra a todo el evento religioso tomaron mucho mayor protagonismo, pues como erade esperarse, algunas personas manifestaron su inconformidad y rechazo a las bases doctrinales del catolicismo. No sólo eso, en muchos casos ese rechazo se tradujo en expresiones de burla ydesprecio. Un segundo análisis que me permito hacer está relacionado con el respeto profundo hacia las convicciones que tiene cada uno como base fundamental en cualquier relación. “ser evangélico no implica...