hasta siempre amor
Con el alba del amanecer, llegó la muerte a la casa. En silencio se llevó a Pilar. Su presencia fue sorpresiva, no le dio tiempo a despedirse, y a mí no me ofreció laoportunidad de apelar por su vida.
Si hubiera tenido siquiera un minuto, le había rogado que no se la llevara aún. Tenía derecho a vivir. Estaba muy joven y no le hacía daño a nadie. Yo lo sabía concertidumbre y los vecinos también. Si alguno de ellos hubiera tenido la oportunidad, la había defendido con ahínco.
Pero, ya era tarde. No había lugar a nada. La muerte había escapado del sitio. Comocualquier ladrón vulgar, cometió el hecho y huyó con sigilo, y de pronto, sonriendo.
Ya nada se podía hacer para revivir el cadáver. Solo quedaba resignarme, evocar el pasado, disfrutar con losrecuerdos.
En medio del llanto, tomé el cuerpo del piso y lo coloqué sobre la mesa del comedor. Con los ojos abiertos dejaba entrever una tranquilidad enorme. Y así debía ser, porque estaba libre detodo mal.
Su comportamiento nunca fue reprochable. Al contrario, cada día se había ganado mi amor con sus claros gestos de amistad y fidelidad. Yo la amaba sobre todo y ella lo sabía con certeza. Yovivía convencido de su amor hacia mí.
Con el prójimo nunca tuvo inconveniente. Fue amiga de los vecinos y de aquellos de su tipo. Y ellos también la quisieron y respetaron mucho.
Nunca pensé en sudeceso en esa época de su vida. Ningún padre espera que la muerte sorprenda a un hijo suyo de cinco años. Nadie lo piensa, así ese vástago ande por el camino del mal. En el amor paterno no tienecabida este tipo de deseos. Los hijos deben vivir muchos años en este mundo, así sea cruel.
Al poco tiempo, envolví el cuerpo en una toalla de color blanco. Ya empezaba a perder calor y sus ojos seternaban opacos.
Un frío penetrante recorrió mi cuerpo. Había llegado el momento de la despedida. No supe qué decir. Me embargó el llanto, me sentí solo, abatido sin mi pilar del alma.
En mi...
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