Hay espacio para la globalizacion?
DE
LA
CEPAL
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AGOSTO
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REVISTA DE LA CEPAL 86 • AGOSTO 2005
¿Hay espacio para el desarrollo local en
la globalización?
Sergio Boisier
E
ste artículo trata de responder a la pregunta del título, tarea nada
de fácil, como es posible entrever. Será necesario, en primer lugar, dejar en claro qué se entenderá por “globalización” en estecontexto; en segundo lugar, habrá que develar las relaciones entre el proceso de globalización y el territorio, asunto para algunos ambiguo o resuelto falsamente por la “muerte” del territorio y de la geografía; en tercer lugar, será necesario establecer si algo como el “desarrollo local” pertenece a la lógica globalizadora, aclarando de paso las diversas interpretaciones del concepto y, por último, setendrá que examinar las contribuciones —si las hubiera— de las universidades y del mismo desarrollo local a la globalización, al funcionamiento de bloques supranacionales (como el
Sergio Boisier Economista, Presidente Ejecutivo del Centro de Anacción Territorio y Sociedad Ex Director de Planificación y Políticas Regionales del Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica ySocial (ILPES)
CEPAL
Mercosur, por ejemplo), a la competitividad y al desarrollo como tal.
✒ sboisier@vtr.net
¿HAY ESPACIO PARA EL DESARROLLO LOCAL EN LA GLOBALIZACIÓN? • SERGIO BOISIER
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REVISTA
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AGOSTO
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I
Globalización: ¿una caja de Pandora?
La globalización es un tema importante en el debate sobre la naturaleza del orden internacionalposterior a la guerra fría. No se trata de un concepto ligado a una teoría claramente articulada, pero se ha transformado de todos modos en una metáfora poderosa para describir numerosos procesos universales en curso. Desde nuestro punto de vista, una característica relevante de la globalización reside en las múltiples dialécticas que ella provoca: por ejemplo, en la geografía política, algenerar diacrónicamente fuerzas que apuntan a la creación de cuasi Estados supranacionales y cuasi Estados subnacionales, o en la modificación de la ubicación geográfica de la industria manufacturera, poniendo frente a frente la creación de un único espacio de mercado global y un enorme abanico de lugares productivos discontinuos en la superficie terráquea. La primera y específica dialéctica macroproduce una suerte de esquizofrenia micro en los individuos, al tensionarlos entre la necesidad de ser universal y la simultánea necesidad de ser local; la segunda, en tanto, da lugar a un modo de producción en red, a una geografía física y económica discontinua en el plano de la producción manufacturera. Como es conocido, existen por lo menos dos maneras de referirse a la globalización: una metafóricay otra más científica; esto no niega el carácter científico que puede tener toda metáfora, sólo que ella es siempre “circunloquial” y a veces hay que descubrir la verdad oculta o disimulada en el lenguaje. En la perspectiva metafórica, García Canclini (1999) se ha referido magistralmente a la globalización como “un objeto cultural no identificado”; Bauman (2000) lo hace apuntando a ella como “unfetiche, un conjuro mágico, una llave destinada a abrir todas las puertas a todos los misterios presentes y pasados”; Boisier, recordando al cineasta Luis Buñuel, se ha referido a ella como “un oscuro objeto de deseo” y como “el discreto encanto de la burguesía” y, nuevamente, García Canclini (1999) ha sostenido que “todo lo que no es culpa de la Corriente del Niño, es culpa de la globalización”,frase lapidaria y ciertamente bien humorada. Se sabe que ya el mundo se encuentra dividido entre los antiglobalización y los pro globalización, más radicales los primeros y con líderes emblemáticos como Michel Bové o Ignacio Ramonet, y más conservadores los segundos, cuyos líderes son organizaciones, principalmente el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial...
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