He aprendido

te amo y cuanto anhelo verte feliz, cuando estés leyendo esta carta lo más posible es que ya este rumbo a Putumayo, lo sé, parece algo imposible de creer, pero fue lo suficientemente real para mi,hija me voy a Putumayo por que el padre de una amiga tiene una mini empresa allí pero es lo suficiente para que yo trabaje allí, trabajare como auxiliar de secretaria, la paga es buena , me duele tantoen el alma decírtelo pero para allá me voy y allá estaré por favor no me busques, que sea una promesa tan solo te consignare el dinero suficiente para tu semestre de universidad y para que puedasvivir ahí, lo que quiero que sepas es que no te quise abandonar por qué bien sabes que te amo y que lo que estoy haciendo lo hago por las dos, así que no te sientas culpable, Hija yo estaré bien y esperoque tu también. Solo me queda por decirte que volveré un martes, porque es el único día que parten buses de Putumayo a la Capital, prométeme que no te olvidaras de mí, que me esperaras y te volveréa abrazar.
Te Amo hija, Con amor, Isabel Rojas”
Así que llego el martes, era un día normal no era diferente al anterior martes ni al lunes, era simplemente un martes más, Diana llego a la terminal ycon ella siempre llevaba un cartón que certificaba el titulo de Diana: Abogada Profesional; estaba esperando con la misma ansia que siempre lo hacía, su corazón como siempre se llenaba de alegría,llego el bus de la ruta Putumayo – Bogotá, la gente bajaba y bajaba, pero ninguna era Isabel ,de pronto se bajo un hombre bien vestido, y de porte elegante con una maleta en su mano, Diana lo observofijamente y se dio cuenta que aquella maleta era la que su madre se había llevado, Diana abandono la esperanza pues eran infinitas las posibilidades del números de maletas que existían, pero estehombre se le acerco y con un gesto un tanto amable le dijo: - Tu debes ser Diana. Ella respondió: - Si lo soy. Este hombre le entrego el maletín, Diana no entendía lo que sucedía hasta que este hombre le...