Heart

Cuando desperté, la luz se colaba en la sala de estar por las ventanas dobles. Sentía calor a mí alrededor y un fuerte latido de corazón bajo mi oído. Incliné la cabeza hacia arriba para poder ver a Edward, aun dormido, sus brazos me rodeaban como un revoltijo retorcido encima del sofá. Nuestros cuerpos parecían encajar como una cerradura y su llave. Teníamos una manta sobre nosotros y oí algúnsonido metálico en la cocina.

Lentamente me incorporé, teniendo cuidado de no despertarle, miré por encima del respaldo del sofá para ver a Alice haciéndose un café. Su iPod estaba conectado, supuse que acababa de llegar del gimnasio todavía llevaba su ropa de deporte; sacudía su pequeño cuerpo por cualquier música que estaba escuchando. Miró, me vio y me lanzó una sonrisa malvada. Con vergüenzala sonreí en respuesta mientras giraba para ver a Edward dormir. Sus piernas colgaban por un extremo del sofá.

Me acerqué con cautela y acaricié su rostro con las yemas de los dedos, mandíbula fuerte, nariz recta y cejas marrones. Al mirarle recordé el esplendor de la noche anterior. La forma en que sus labios se movían contra los míos, provocando el puro éxtasis, pensaba que no era posiblecon un simple beso. Cuando los recorrí, comenzó a moverse. Separé mi mano.

"No pares" murmuró con los ojos aun cerrados. Hice una pausa. Seguí con mi exploración, sus labios perfectos, a lo largo de su mandíbula a sus oídos. Cuando pasé un dedo a lo largo de su oído, una pequeña sonrisa apareció en sus labios. No pude evitar agacharme y probarlo.

Cuando lo hice, arqueé mi cuerpo apretadamentecontra el suyo en la orilla del sofá, su mano encontró el camino hacia mi pelo, empujando detrás de mi oreja. Nuestros labios se encontraron, de manera suave, mi mano se apoyaba en su amplio pecho. Me alejé un poco."Buenos días."Susurré en su boca donde apareció una gran sonrisa."Sí, así es."Contestó distraídamente.

De mala gana me alejé de nuevo y miré mi reloj, eran casi las nueve. Alicehabía mencionado el día anterior que quería estar en camino sobre las diez para evitar el tráfico de la ciudad. La última cosa que quería hacer era alejarme de Edward. Me había costado veinticuatro años encontrarle, y ahora en todo lo que podía pensar era en pasar todo momento con él. Repasé mis opciones en mi cabeza, y luego decidí salir por el camino del medio.

"¿Edward?"Abrió los ojos lentamentey fijo su profunda mirada en mí mientras me apretaba contra él. Siguió acariciando mi pelo y presionando detrás de mis oídos dejando que sus dedos se rezagasen a lo largo de mi cuello.

"¿Tienes planes para Semana Santa?"Debería haberle preguntado a Alice en primer lugar, pero estaba segura de que ni ella ni Carlisle y Esme lo tendrían en cuenta.

"Emmett y Rose me invitaron a pasar el día consu familia, pero no me había comprometido. Probablemente haga el turno de otro en el hospital para que alguien pueda pasar el día con su familia. ¿Por qué?"Preguntó a continuación, recorriendo con sus dedos mi brazo, provocando que la piel se me pusiese de gallina.

"Alice y yo vamos a pasar el fin de semana con sus padres en Rockford. Nos marchamos esta mañana y volveremos por la noche.¿Quieres unirte a nosotras?"Pregunté con optimismo. No quería nada más a parte de seguir pasando tiempo con él.

Levantó sus cejas dudando."¿Estaría bien? No quiero imponerme."

"No, en absoluto, estoy segura de que estarán encantados de conocerte. Son como mi segundo juego de padres. Además, Carlisle y tu tendréis mucho de qué hablar sobre cosas de médicos."Vi la indecisión en sus ojos, peroesperaba que quisiese unirse a nosotros.

"Por favor."Susurré de forma suplicante.

Frunció sus labios dulcemente."¿Sabías que eres una mujer realmente peligrosa, Bella Swan?"Comenzó a enrollar un mechón de mi cabello en su dedo índice."Tampoco estaba listo para decirte adiós."Él me acercó otra vez, me besó suavemente.

"Ah hem."Escuché sobre nuestras cabezas. De mala gana liberé los labios de...