Hedonismo
I. ESBOZO HISTÓRICO.
Se suele citar como hedonistas, entre los griegos, a Demócrito, a ciertossofistas, y más expresamente a los cirenaicos y epicúreos. En la época moderna, si prescindimos de las considerables diferencias entre los diversos pensadores hedonistas, se ha considerado que han defendido una moral hedonista los neoepicúreos (Gassendi, Valla), los materialistas del siglo XVIII, especialmente los materialistas franceses (Helvecio, Holbach, La Metrie) y los utilitaristas ingleses (J.Bentham, Stuart Mill). En un momento de la filosofía griega, tres posturas dialécticamente enfrentadas (las de Antístenes, Aristipo de Cirene y Platón) pueden dar luz sobre este antiguo y actual tema del placer. En el cínico Antístenes hay una postura de rechazo: «Prefiero volverme loco a gustar el placer». En dirección diametralmente opuesta se mueve la escuela cirenaica, que tiene su punto dearranque en Aristipo de Cirene, en la cual impera el hedonismo. El /bien y el /valor hay que buscarlo exclusivamente en el placer, concretamente en el placer que se percibe en la impresión sensible. «Sólo lo expresado por nosotros como afección o pasión es evidente o manifiesto»; evidente, porque se trata ahí de una afección sensible presente. Y de este tipo es precisamente para Aristipo el placer.Tiene, pues, el hedonismo una base epistemológica sensista. Además, el placer es entendido por Aristipo en un plano totalmente subjetivista y sensista, como lo entendía Protágoras: «Cada cual tiene en sí mismo la medida del valor y del bien, y toma por verdadero y real lo que personalmente él siente». En perfecta consonancia con esta vieja mentalidad, escribirá Bentham en el siglo XIX: «Qué sea lajusticia se discutirá y se discutirá sin fin; pero qué sea la felicidad, eso todos lo saben, porque saben qué es el placer». Pero que no sea ello tan simple como quiere Bentham y los primeros cirenaicos, y que no menos que en otros terrenos está el hombre, también en este, expuesto a los mayores engaños, nos lo testifica otro cirenaico, Hegesías, quien tan poco satisfecho se sintió con el hedonismode la escuela, que le hizo evolucionar a un trágico pesimismo; la gente lo apellidó con el nombre de predicador de la muerte. Por su parte, Platón dirige siempre sus tiros por igual contra Protágoras, Antístenes y Aristipo, pues para los tres lo decisivo para la verdad y el valor es la vivencia sensible y el fenómeno subjetivo. La filosofía de Platón será el camino hacia la /verdad y, con ella, elcamino hacia el bien, en la vida privada y en la pública. Platón se declara en el Filebo en favor de una vida entreverada de placer y virtud, inteligencia y pasión. Pero el placer jamás lo ha convertido Platón en principio de la moralidad. Firme como en su actitud frente a los cínicos, al devolver su sentido y valor humano a la alegría, no lo es menos frente al hedonismo de los cirenaicos y contratodo eudemonismo que, de un modo u otro, busque el origen y esencia del valor en el placer y en nada más. El placer, en la medida en que puede entrar como elemento de nuestra vida, debe ser ordenado y dominado por una medida, una norma de rectitud, razón e inteligencia. Es la conclusión final del Filebo. Ello quiere decir que el placer puede ser un acompañamiento, pero nunca un principio del bienmoral. La vida ha de reglarse por un orden ideal, que servirá a la par de fundamento razonable para la alegría y el placer. No todo lo que trae consigo placer es bueno, sino que lo que es bueno trae consigo placer y contento. «¿Qué género de bien para el justo sería aquel bien que no fuera acompañado juntamente por un sentimiento de gusto, de algo agradable?»1.
¿Y qué decir respecto de...
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