Hegel
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NECESIDAD Y FIN DEL ARTE Georg W. F. Hegel*
En el umbral de toda ciencia se presenta esta doble cuestión: ¿Existe el objeto de esta ciencia? ¿Cuál es? En las ciencias ordinarias no presenta dificultad alguna la primera de estas dos cuestiones. Incluso, no seplantea. Sería ridículo preguntarse si en geometría hay una extensión; en astronomía, si el sol existe. Sin embargo, incluso en el círculo de ciencias no filosóficas, puede surgir la duda sobre la existencia de su objeto, corno en la psicología experimental y en la teología propiamente dicha. Cuando estos objetos no nos son dados por los sentidos, sino que los hallamos en nosotros como hechos deconciencia, podemos preguntarnos si no son más que simples creaciones cíe nuestro espíritu. Así, lo bello ha sido representado como no teniendo realidad fuera ele nosotros mismos, sino como un sentimiento, como una fruición, como algo puramente subjetivo. Esta duda y esta cuestión despiertan en nosotros la necesidad más elevada de nuestra inteligencia, la verdadera necesidad científica, en virtud de lacual un objeto no puede sernos propuesto sino a condición de ser demostrado como necesario. Esta demostración científicamente desarrollada satisface a la vez las clos partes del problema. Da a conocer, no sólo si el objeto es, sino qué es. En lo que concierne a lo bello en las artes y para probar que es necesario, habría que demostrar que el arte o lo bello son (Pág. 79) resultados de unprincipio anterior. Estando fuera de nuestra ciencia este principio, no nos queda más que aceptar la idea del arte como una especie de lema o corolario; lo que, por lo demás, tiene lugar en todas las ciencias filosóficas cuando se las trata aisladamente; pues, formando todas parte de un sistema que tiene por objeto el conocimiento del universo corno un todo organizado, están en mutua
Hegel. De lo bello y sus formas (estética), Buenos Aires, Espasa-Calpe (Colección Austral), 1946, pp. 33-45. Versión española de la traducción francesa de Charles Bénard de las Lecciones sobre la estética, publicadas con el título de Esthétique, 2 vols., Paris, 1875. Estas lecciones fueron recogidas por el discípulo de Hegel, G. Hotto, quien inició su publicación en 1835, esdecir, cuatro años después de la muerte de su maestro. De lo bello y sus formas es el primero de los tres volúmenes que, en esta edición española, presentan la estética hegeliana, los otros dos llevan en ella, respectivamente, los títulos de Sistema de las artes y Poética.
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Sánchez, A. (1997). Lecturas Universitarias. Antología. Textos de estética y teoría del arte (pp.78-88). México:Unam.
relación y se suponen recíprocamente. Son corno los anillos de una cadena que se cierra sobre sí misma, formando un círculo. Así, demostrar la idea de lo bello por su naturaleza esencial y necesaria, es una tarea que no debemos realizar aqui y que pertenece a la exposición enciclopédica de la filosofía en su totalidad. Lo que es pertinente hacer en esta introducción, es examinar losprincipales aspectos bajo los cuales el sentido común se representa ordinariamente la idea de lo bello en el arte. Este examen crítico nos servirá de preparación para la inteligencia de los principios más elevados de la ciencia. Colocándonos en el punto de vista del sentido común, vamos a someter a examen las siguientes proposiciones: a. El arte no es un producto de la naturaleza, sino de la actividadhumana. b. Está esencialmente hecho para el hombre y, como se dirige a los sentidos, recurre más o menos a lo sensible. c. Tiene su fin en sí mismo.
a. El arte como producto de la actividad humana
A esta manera de considerar el arte se ligan varios prejuicios que es necesario refutar. 10 Encontramos primero la vulgar opinión de que el arte se aprende conforme a reglas. Pero...
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