Hegel
La autoconciencia ha encontrado la cosa como sí misma y se ha encontrado a sí misma como cosa; es decir, para la autoconciencia la cosa es en sí la realidad objetiva. No es ya la certeza inmediata de ser toda realidad, sino una certeza para la que lo inmediato en general tiene la forma de algo superado, de tal modo que su objetividad solamente vale como la superficie cuyo interior yesencia es la autoconciencia misma. Por tanto, el objeto con que ésta se relaciona de un modo positivo es una autoconciencia; este objeto es en la forma de la coseidad, es decir, es independiente; pero la autoconciencia tiene la certeza de que este objeto independiente no es algo extraño para ella; sabe, así, que es reconocida en sí por él; la autoconciencia es el espíritu que abriga la certeza de tenerla unidad consigo misma en la duplicación de su autoconciencia y en la independencia de ambas. Esta certeza es la que ahora tiene que elevarse ante él a verdad; lo que vale para ella, el que sea en sí y en su certeza interior, debe entrar en su conciencia y llegar a ser para ella.
Si tomamos en su realidad [Realität] esta meta que es el concepto que ha nacido ya para nosotros -a saber, laautoconciencia reconocida que tiene la certeza de sí misma en la otra autoconciencia libre y que tiene precisamente en ella su verdad- o si destacamos este espíritu todavía interior como la sustancia que ha llegado ya hasta su ser allí, se abre en este concepto el reino de la ética. Este no es, en efecto, otra cosa que la unidad espiritual absoluta de su esencia en la realidad independiente de losindividuos; una autoconciencia en sí universal que es a sí tan real en otra conciencia, que tiene esta perfecta independencia o es una cosa para ella y que precisamente en esto es consciente de la unidad con el otro y sólo en esta unidad con esta esencia objetiva es autoconciencia. Esta sustancia ética en la abstracción de la universalidad es solamente la ley pensada, pero es también, de un modo nomenos inmediato, autoconciencia real, o es el hábito ético. Y, a la inversa, la conciencia singular es solamente este uno que es, en tanto que es consciente de la conciencia universal en su singularidad como su propio ser, en cuanto que su obrar y su existencia son el hábito ético universal.
En la vida de un pueblo es donde, de hecho, encuentra su realidad [Realität] consumada el concepto de larealización de la razón consciente de sí, donde esta realización consiste en intuir en la independencia del otro la perfecta unidad con él o en tener por objeto como mi ser para mí esta libre coseidad de un otro previamente encontrada por mi, que es lo negativo de mí mismo. La razón se halla presente como la sustancia universal fluida, como la coseidad simple inmutable, que irradia en muchas esenciastotalmente independientes como la luz irradia en las estrellas como innumerables puntos luminosos para sí, que en su absoluto ser para sí no sólo se disuelven en la simple sustancia independiente, sino que son también para sí mismos; son conscientes de ser estas esencias independientes singulares por el hecho de que sacrifican su singularidad y de que esta sustancia universal es su alma y suesencia; del mismo modo que este universal es, a su vez, su acción como esencias singulares o la obra producida por ellas.
2. El movimiento inverso contenido en esta dirección; La esencia de la moralidad]
Sin embargo, de esta dicha que consiste en haber alcanzado su destino y vivir en él ha salido fuera la autoconciencia, que primeramente sólo de un modo inmediato y de acuerdo con el concepto esespíritu, aunque también podríamos decir que aun no lo ha alcanzado, pues ambas cosas podrían decirse del mismo modo.
La razón tiene necesariamente que salir fuera de esta dicha; pues sólo en sí o de un modo inmediato es la vida de un pueblo libre la eticidad real [real], o es una eticidad que es, con lo cual este espíritu universal es también él mismo un espíritu singular y la totalidad de las...
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