Hegel
G.W.F.Hegel, con su pensamiento dialéctico, pretende que la filosofía, como “ciencia especulativa”, se haga cargo de la realidad como un todo dinámico, desvelando su sentido. A ello encamina su empeño desde sus escritos tempranos, en los que ya se abrió paso la categoría “Espíritu” (Geist) como clave de su idealismo absoluto. Éste, desde la equiparación entre ser y pensar, y la mediaciónentre sustancia y sujeto, particularidad y universalidad, finito e infinito…, supone una ontología procesual como armazón de un sistema capaz de dar cuenta de la totalidad. Cargando con lo negativo que alberga la realidad histórica y siguiendo la lógica de ese proceso a través de sus contradicciones, el Espíritu se recupera a sí mismo ganándose como en sí y para sí, tras pasar por la mediación delo otro distinto de sí en que se ve alienado. El sentido de un desarrollo teleológico que tiene su meta en la superación plena de dichas contradicciones es el que se verifica en los procesos de una realidad que tanto se desarrolla por los cauces de la conciencia individual que desde la conciencia sensible lleva su formación hasta la autoconciencia, como por los cauces de una historia en la que lospueblos van teniendo el momento de su protagonismo como expresión del Espíritu que a través de ellos se manifiesta. La filosofía, trascendiendo desde la sensibilidad al entendimiento y desde éste a la razón, emergiendo y penetrando en ese proceso lo desentraña conceptualmente para hacerse con la verdad en desarrollo que se ha dado en el mismo a través de las diferentes formas y los distintosámbitos en los que se manifiesta el Espíritu en tanto que espíritu subjetivo, espíritu objetivo y espíritu absoluto. Captar el acontecer de ese recorrido es tarea de la filosofía como Fenomenología del Espíritu[1807]. Estos párrafos de esa obra de Hegel nos sirven para adentrarnos en su pensamiento:
1. “La vida de Dios y el conocimiento divino puede expresarse tal vez como un juego del amor consigomismo; y esta idea desciende al plano de lo edificante e incluso de lo insulso si faltan en ella la seriedad, el dolor, la paciencia y el trabajo de lo negativo. En sí aquella vida es, indudablemente, la igualdad no empañada y la unidad consigo misma que no se ve seriamente impulsada hacia un ser otro y la enajenación ni tampoco hacia la superación de ésta. Pero este en sí es la universalidadabstracta, en la que se prescinde de su naturaleza de ser para sí y, con ello, del automovimiento de la forma en general […] Lo verdadero es el todo. Pero el todo es solamente la esencia que se completa mediante su desarrollo. De lo absoluto hay que decir que es esencialmente resultado, que sólo al final es lo que es en verdad, y en ello estriba precisamente su naturaleza, que es la de ser real,sujeto o devenir de sí mismo. Aunque parezca contradictorio el afirmar que lo absoluto debe concebirse esencialmente como resultado, basta pararse a reflexionar un poco para descartar esta apariencia de contradicción. El comienzo, el principio o lo absoluto, tal como se lo enuncia primeramente y de modo inmediato, es solamente lo universal […] resulta fácil comprender que los términos de lo divino, loabsoluto, lo eterno, etc., no expresan lo que en ellos se contiene y que palabras como éstas sólo expresan realmente la intuición, como lo inmediato. Lo que es algo más que una palabra así y marca aunque sólo sea el tránsito hacia una proposición contiene ya un devenir otro que necesita ser reabsorbido, es ya una mediación. Pero es precisamente ésta la que inspira un santo horror, como sirenunciara al conocimiento absoluto por el hecho de ver en ella algo que no es absoluto ni es en lo absoluto” (Prólogo, FCE, 1966, pp. 16-17).
Cuestiones:
1a) ¿Qué decir, a partir de estas líneas en que se habla de la “vida de Dios”, acerca de la relación entre teología y filosofía tal como queda en la “ciencia especulativa” hegeliana?
1b) Para la filosofía como sistema según Hegel, “lo verdadero es...
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