Heidegger, Martin. El origen de la obra de arte.

En El origen de la obra de arte, mediante una intensa abstracción, Heidegger procura dar con la esencia de toda obra artística, no desde el punto de vista de su creación, sino desde el origen mismode la obra. Sólo en y desde la obra de arte podrá aproximarse a una respuesta. Deteniéndose en cada uno de los factores integrados por la interpretación tradicional a la definición de obra,(cosa/utensilio/materia-forma), cuyo entendimiento resulta necesario para lograr este cometido, se remonta en el tiempo y analiza dos creaciones de cuyo destacado carácter artístico nadie dudaría: Un par debotas, la tela de Van Gogh, y el antiguo templo griego de Paestum. Observando cada uno detalladamente, se pregunta por la naturaleza misma de la obra, la fuerza esencial que la engendra y la complejarelación recíproca que muestra.

El primer paso para lograr este fin será la cosificación de la obra mediante una serie de razonamientos basados en el “carácter de cosa de la obra” (Heidegger, 1996),los procesos de creación y su utilidad. Con la obra cosificada, es posible establecer sus características como tal, comprender sus cualidades y distinguir qué la hace diferente, por ejemplo, delutensilio. A su vez, aplicar ese mecanismo al utensilio, aproxima la comprensión de aquello que convierte las cosas en obras de arte. El utensilio se diferencia de la cosa por ser creado para ser útil,darle una forma a la materia que lo constituye. No obstante, esa forma parece ser efímera, ya que puede perder lo que Heidegger llamará su fiabilidad, “el ser-utensilio del utensilio” (Heidegger, 1996),la capacidad para sugerir su naturaleza y la utilidad que tiene en el lugar al que pertenece, su esencia. El par de botas pertenece a un mundo y aunque allí no sea más que un utensilio fiable empleadopor la labradora, fuera de su naturaleza, ahora plasmado en la obra, aún guarda ese mundo, su ser, y lo puede exponer.

Entonces, ¿por qué la tela de Van Gogh muestra la fiabilidad del utensilio...