Hermes o de la comunicacion
El mar, a orillas deBrasil, está en el fondo de la poesía de Haroldo de Campos. Desde el temprano poema Thálassa thálassa (1951) hasta el tardío Finismundo: a última viagem (1990), pasando por la odisea cosmonauta deGaláxias (1963-1984), la inspiración marítima, con su corolario estelar, es constante. Dentro del marco de este percurso textual el poeta realiza un periplo por la historia tanto de la navegación como de lostransportes tropológicos, descubriendo al mismo tiempo nuevas rutas y constelaciones.
El periplo está balizado por la originaria transposición de la sociedad agraria al mar, evocando a través deDom Dinoiz "lavrador de suas lavras de espuma" la arquetípica imagen del agricultor Neptuno surcando el mar con su arado y su carro naval; luego por el plus ultra geopoético de los Argonautas, deUlises y de Cristóbal Colón; más allá por la transferencia metafórica de la navegación al area aérea y al espacio cosmonauta; y finalmente por la transposición de la navegación a la pantalla glauca de lacomputadora, es decir por el viaje virtual gobernado cibernéticamente.
La palabra 'cibernética', cuyas raíces etimológicas se remontan al 'timón' del arado y del carro, antes de pasar al 'timón' o'gobierno' de la nave y de la aeronave, y por fin a la 'navegación' en el 'cyberspace', condensa lingüísticamente este periplo.(1)
El riesgo de naufragio y de fracaso que amenaza todo tipo denavegación y de civilización, llevando a Colón hacia el "columbario de sepias" como a Ulises hacia el monstruo tentacular de Escila, llegará a su tope en el "último viaje" virtual, situado mucho más allá...
Regístrate para leer el documento completo.