herodes
En cambio, Roma, que desde el año 63 a.C. había hecho de la antigua Judea unreino vasallo (que abarcaba Samaria, al norte, y Edom, al sur), adoraba a Herodes. Pocos monarcas se mostraron tan complacientes con el naciente Imperio romano y tan solícitos en colaborar con él. Estose hizo patente cuando Octavio Augusto, tras vencer a Marco Antonio y Cleopatra en la batalla de Actium (31 a.C.), llamó a su presencia a Herodes. Éste temió seriamente por su vida, pues hastaentonces había sido un activo partidario del enemigo mortal de Octavio, Marco Antonio. Pero cuenta Josefo que el nuevo mandatario del Imperio supo apreciar la fidelidad del rey de Judea a su enemigo comoprueba de su lealtad sin fisuras a Roma. No sólo lo dejó con vida, sino que le declaró su profundo aprecio. Augusto mantuvo excelentes relaciones con Herodes, pues éste se comportaba como un subordinadoideal: sus informes periódicos eran precisos y sabía que cualquier deseo que se expresara desde Roma era al punto ejecutado en su reino.
Por el contrario, a los ojos de sus súbditos, la mayoríapiadosos, un monarca como Herodes era precisamente lo que no necesitaba Israel. De él les molestaban muchas cosas, empezando porque su reinado había sido impuesto con mucho derramamiento de sangre porlas armas romanas, y siguiendo por el hecho de que el monarca no tenía orígenes puros judíos, ni mucho menos; su padre descendía de una familia de Edom, enemiga tradicional de los judíos, y su madre...
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