Herues
La respuesta es larga, pero a buen entendedor pocas palabras bastan. Para cualquier lector o lectora algunas palabras y frases le moverán a preguntar másy a vencer el reparo a abordar un tema difícil, en gran parte responsable de los cabellos blancos de los padres...
Aunque podemos resumir los hábitos básicos de muchas maneras, nos gusta hacerloasí, de forma dinámica: alimentación, sueño, higiene y orden. Los llamamos básicos, porque sin ellos no puede pretenderse haber educado la voluntad de cada niño y niña y, en consecuencia, se hace muydifícil la convivencia con el o ella. Es decir: tendremos delante a un “impresentable” en sociedad. ¿Quién lo quiere?
Los padres –tantas veces ayudados por educadores profesionales- han de proporcionaruno límites precisos en relación con cada hábito. Un buen reto es elaborar, para cada familia, esta normativa, intentando que estos límites sean 12-15, pero no más.
Una sugerencia: aunque los hábitosbásicos siempre son lo mismos, no olvidar que, según las edades, debe cambiar la forma de afianzarlos. La llegada a la edad de la razón marca un hito, con la famosa pregunta: - Dime, ¿crees que estoestá bien o no?-.
El niño, la niña ha de saber EXACTAMENTE cuáles son estos límites; los padre y educadores no han de apartarse de estos límites; es decir, no han de hacer concesiones. Esto significaque tienen de actuar siempre –a la vez o indistintamente-:
• con el mismo estilo,
• con los mismos criterios,
• con claridad,
• con firmeza.
Cada niño/niña es distinto, pero todos desean...
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