hey yo whats happen dog

Las Manos Que Crecen
Él no había provocado. Cuando Cary dijo: «Eres un cobarde, un canalla, y además un mal poeta», las palabras decidieron el curso de las acciones, tal como suele ocurrir en esta vida.
Plack avanzó dos pasos hacia Cary y empezó a pegarle. Estaba bien seguro de que Cary le respondía con igual violencia, pero no sentía nada. Tan sólo sus manos que, a una velocidad prodigiosa,rematando el lanzar fulminante de los brazos, iban a dar en la nariz, en los ojos, en la boca, en las orejas, en el cuello, en el pecho, en los hombros de Cary.
Bien de frente, moviendo el torso con un balanceo rapidísimo, sin retroceder, Plack golpeaba. Sin retroceder, Plack golpeaba. Sus ojos medían de lleno la silueta del adversario. Pero aún mejor ubicaba sus propias manos; las veía biencerradas, cumpliendo la tarea como pistones de automóvil, como cualquier cosa que cumpliera su tarea moviéndose al compás de un balanceo rapidísimo. Le pegaba a Cary, le seguía pegando, y cada vez que sus puños se hundían en una masa resbaladiza y caliente, que sin duda era la cara de Cary, él sentía el corazón lleno de júbilo.
Por fin bajó los brazos, los puso a descansar junto al cuerpo. Dijo:
—Yatienes bastante, estúpido. Adiós.
Echó a caminar, saliendo de la sala de la Municipalidad, por el corredor que conducía lejanamente a la calle.
Plack estaba contento. Sus manos se habían portado bien. Las trajo hacia delante para admirarlas; le pareció que tanto golpear las había hinchado un poco. Sus manos se habían portado bien, qué demonios; nadie discutiría que él era capaz de boxear comocualquiera.
Al llegar a la orilla de la calle, Plack estiró el brazo derecho y levanto el dedo pulgar. No habían pasado más de 10 segundos, y un taxi de colores opacos, bastante extraños en esa zona de la ciudad, se frenó frente a él, lentamente.
— ¿A dónde lo llevo joven?- Dijo el taxista
Plack entrando al taxi, le sonríe al conductor y contesta.
—Maneja.- Contestó Plack
El taxistacompletamente asustado al ver las manos ensangrentadas de su pasajero, no volvió a mirar el asiento trasero en todo el trayecto.
Despues de manejar varias horas sin rumbo, por las solitarias calles de Chernobyl, algo grande y gordo cruzó la calle asustando terriblemente al taxista.
El conductor no pudo hacer nada más que esquivar al ser grande y tenebroso, que ahora, gracias a la cercanía, mostraba susradiantes colores morado y verde.
El taxi chocó con un árbol y comenzó a expulsar humo por la parte delantera.
Tanto el taxista como Plack, chocaron cabezas contra sus ventanas, dejándolos inconscientes. No fue hasta que un gorgoteo de animal salvaje y enfermo, los despertó.
— ¿Qué sucedió?- Preguntó el taxista, completamente desorientado.
Plack no podía mover ni un musculo del pavor quesintió al abrir los ojos y ver a un lado del taxi, una criatura mitológica y obscura. El taxista siguió preguntando — ¿Qué sucedió? ¿Qué sucedió?- Con voz temblorosa, sin percatarse de la criatura que merodeaba a tan solo 2 metros de ellos.
Por un segundo la criatura desapareció y Plack recuperó el habla.
—De be be be mos salir de aquí...- Dijo Plack recuperando lentamente sus capacidades motoras.— Creo que la criatura se ha ido.-
Poco a poco Plack se acercó más a la ventana para ver si la bestia seguía acechándolos.
De repente y sin previo aviso, la bestia morada salto contra la ventana por la cual Plack estaba echando un vistazo. Gruñendo y rasguñando las puertas del taxi con incomparable furia, la bestia logró romper una de las ventanas, arrojando sobre el taxista pequeños pedazos devidrio. El taxista no supo que hacer, más que gritar y pedir clemencia.
—¡¡PORFAVOR!! ¡¡NO LO HAGAS!! ¡¡SOY VEGETARIANO Y TENGO DOS GATOS QUE ALIMENTAR!!
Fue entonces cuando la bestia por fin logró arrancar la puerta del asiento trasero, dejando a Plack completamente expuesto. Acercándose tenebrosamente; de repente de manera muy silenciosa, la bestia morada tomó a Plack por las piernas y lo...