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Todos lo gobiernos sin distinción la han vuelto una muletilla obligada, el ábrete sésamo que remediaría los problemas ancestrales y presentes de nuestra educación. Su uso y abuso han minado sucredibilidad. La prometida calidad de la educación ha devenido en una simple y llana moda.

En buena medida los pobres resultados de las políticas de calidad en las últimas cuatro décadas se derivan desu desarticulación y de la falta de continuidad y sostenibilidad de los programas y estrategias emprendidas. Hemos vivido de énfasis en énfasis: de la ampliación de la cobertura al mejoramiento dela gestión y de esta a la transformación del currículo y los sistemas de evaluación o de la formación de docentes al uso de las tecnologías de la información y la comunicación. De moda en moda.

Unapolítica de calidad debe, en primer lugar, acometer de manera integral y articulada los distintos factores que inciden en la educación, empezando por mejorar las condiciones de vida y de pobreza delos estudiantes. Acciones como la gratuidad de la educación, la alimentación escolar, la salud, el suministro de útiles y textos escolares, la entrega de subsidios para los más pobres garantizanel acceso, la permanencia y continuidad de los estudiantes en el sistema educativo y favorecen el desarrollo de las actividades pedagógicas. Todas ellas son parte esencial de la calidad de laeducación.

En segundo lugar, una educación de calidad requiere de ambientes escolares atractivos y confortables para los estudiantes. El país está en mora de acometer un ambicioso programa de transformacióny modernización de la infraestructura de los colegios públicos y de sus dotaciones. Buena parte de los colegios públicos del país están en ruinas, no cumplen con las condiciones mínimasarquitectónicas, urbanísticas y de seguridad necesarias para el desarrollo de una educación de calidad que despierte el entusiasmo e interés de los estudiantes y de sus profesores.

De igual manera la...