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Desde hace varios años, bajo una visión del presente y futuro, bajo ideas y pensamientos del Consejo y otros Directivos, nuestro Grupo se ha afanado por desarrollar una conciencia respecto a que el“deber ser” trasciende y es más importante que el “uno mismo”.
En este último lustro transcurrido, hemos tratado de inocular o sembrar en todo el personal buenos ejemplos, doctrinas genuinas, deberesauténticos y una conciencia de la necesidad de adquirir más y mejores conocimientos, valiéndonos para ello de la creación de la Universidad FESA, cuyo valor se hace cada vez más evidente para ofrecermejores horizontes a todos.
Si cada uno de nosotros reflexiona sobre la congruencia entre “el deber ser” y “el uno mismo”, seguramente nos plantearemos varios cuestionamientos, tales como: ¿dónde meencuentro?, ¿hasta dónde puedo llegar?, ¿cómo puedo lograrlo?, ¿cómo puedo ser más exitoso?, ¿sí puedo o no puedo serlo? Y, en caso afirmativo, ¿debo buscar la asesoría o el apoyo de alguien?...Incluso, en determinado momento, habría que preguntarse ¿por qué no deseo aportar al cambio?
Tengan la certeza de que estos comentarios no son una arenga obligada, sino expresiones de buena voluntad.Estamos viviendo una época en donde debemos ser los agentes de cambio; hacer que las cosas sucedan y no dejar que todo transcurra sin obtener una transformación y provecho sustancial, mismo que sepuede lograr si en verdad tenemos la convicción de hacerlo.
El tiempo nos enseña que el esmero, el amor, el cuidado, el compromiso y la ejecución real no pueden ser disimulados. Hago referencia aestos factores porque –en algunos casos- hay evidencia de la ausencia de ellos.
Por lo tanto, nos hemos fijado la consigna de evaluar su labor, ya sea para rendir tributo a su entrega (reconocimientoque podrá ser material o mediante una promoción); o, si es el caso, hacer una amonestación oportuna (pero justa y respetuosa), así como un llamado de alerta a fin de que se despabilen y salgan de...