higiene

CONCLUSIÓN


La formación integral del docente en estos momentos en que se asume como necesario que la educación camine hacia una nueva realidad escolar, más amplia e incluyente, donde eltradicional papel del maestro debe enfrentar una serie de cambios estructurales.

Muchas veces los docentes dejan mucho que desear en cuanto a su actitud ante los alumnos en clase o fuera deella. Aunque en algunos casos hay quejas de la actitud de los maestros en exceso, a veces se realizan en defecto, no deja de ser cierto a juicio propio que la imagen general que ofrece el profesoradorevela que eligen la profesión por las vacaciones y el sueldo y no por vocación o entrega al proceso de aprendizaje de los alumnos.

El docente que educa es aquel que quiso y quiere sermaestro, aquel que ésta movido por la vocación. Hace el esfuerzo por ser profesor y conoce y cuestiona; y continúa conociendo y no deja de aprender. No quiere alumnos sumisos, por el contrario seesforzará en dar autonomía; organizará un sistema de ayudas, consolidando una identidad.


El ejercicio de la función docente ha adquirido una nueva dimensión y requiere de un educador competente,tanto personal como profesional, obligado a ganar mayores niveles de democracia, autonomía, responsabilidad y control dentro de la sociedad donde desarrolla la práctica escolar.

El educadordebe contribuir con el desarrollo cognoscitivo de sus estudiantes, ampliando cada día el campo del saber, diseñando estrategias apropiadas, estimulando la lectura y desarrollando el pensamientológico y creativo.

Enseñar no es transmitir paquetes cerrados de conocimientos que los alumnos deben memorizar y repetir, sino que fundamentalmente es enseñar a aprender, ayudar a aprender,desarrollar la inteligencia creadora de modo que el educando vaya adquiriendo la capacidad de acceder a un pensamiento cada vez más personal e independiente que le permita aprender por siempre.