Hija del adelantado

dad, ya de tupttioridad de raza conquistadora,
bastando ser etpañol, y por añadidura noble o
empleado real, para domeñar al indio» para osten-
tar el más odioso orgullo o hacer gala de unanecia
vanidad únicamente fundada en la europea na*
cionaiidad.

Esta parte histórica de la obra debe considerár-
sela como la armadura o esqueleto sobre que des-
cansa la parte novelesca, ocomo si dijéramos su
revestimiento, en el cual la fantaúa del artista ha
tenido toda su libertad estética para embellecerla,
ya con crmáones d$ su numen, ya con la elocuen-
cia de la frase: perono con esa elocuerKta de pala-
brea rebuscadas y de construcciones románticas y
altisonantes con que edgttnos escritores tratan de
disfrazar la pobreza del corKepto, sino con esa lo-
cuciónnatural, fluida, correcta y elegante, que da
al leíjguaje de Milla ese estilo claro, ameno y cas-
tizo peculiar suyo que Intce que una vez comen-
zado a leer un libro por el eurito no nos cansesu lectura y devoremos sus páginas con creciente
interés.

Si perntramos al fondo y movimiento de la obra,
a los agentes que ejecutan la acción histórico-no-
Velesca en la primitiva ciudad deSantiago de los
Caballeros de Guatemala, fundada por el con-
quistador don Pedro de Al varad o, notamos los
dos pr'uKipales elementos: los personajes históri-
cos con caracteres novelescosvarios de ellos, y los
liechos también a veces ficticios que a éstos se les
atribuyen para dar mejor colorido al cuadro en que
figuran las pasiones que los mueven, como lo dice
el mismo autor enla ** Advertencia" que precede

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a su obra; pero ptocatando siempre ^^^^^^¡^^p
cuanto es posible la verdad histórica con el hecho
novelesco.

El argumento de esta interesante novela esel
desgraciado amor que mutuamente se profeem
don Pedro de Portocarrero y doña Leonor de Al-
varado, hija del Adelantado, o Gobernador mili-
tar y político de este reino de Gtiatemala; y a...