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Claudio Calderón

Zodiaco
Coincidencia o destino

A memoria de aquellas palabras que pronunciaste; “solo sé que nada sé”
Capitulo I
En aquellosdías de infancia, la vida nunca me pareció una disputa entre mis decisiones, cada acto de mí persona no pretendía ser el orgullo de otra, por eso quizás; tenía la certeza que todo lo que me decían erapara hacer caso, ya que no constaba con una decisión propia como para dudar del sí o no hacerlo, solo me dejaba llevar como cualquier chico obediente de mis impulsos, como aquel que distingue delbien y el mal inocente de la vida. Mis padres, maría y Juan no tenían más nombres para mí que solo la diferencia de padre y madre .mi situación actual no tenía conciencia del grado de complejidad quetenía el llamarle por sus verdaderos nombres, puede ser, que solo poseía esos conocimientos básicos de mi enseñanza familiar.
Ese día no podía ser como otro día ,tal vez si el sol se hubiera tornadode otro color o el aire formara una ventisca helada quizás me diría el resultado final del día para mentirme inconscientemente que no sabría el futuro de mis palabras pero ¿qué podía entender yo?Solovivo vivía el presente lo demás no me tomo nunca mayor importancia, quizás el principio de toda juventud es solo ver las cosas de manera positiva adecuándose a un grado de dificultad en cadasituación diferente de cada humano con problemas juveniles que solo algunas lagrimas podrían dar la mejor conferencia personal a cualquier problema que se tuviese y tendríamos que pedir ayuda a alguienpara que nos guíe y nos escriba el mejor discurso pero no era así; con tan solo una lagrima se entendía que algo estaba mal y se requería atención inmediata para atender asi nuestra mente entendíaque todo se tornaba imposible de solucionar pero dependía de un abraso, una acaricia, solo una voz de un amor parental para solucionarlo todo.
Ese día vago y recuerdos distorsionados me parecen...