hisstoria
Foucault habla sobre el poder como fenómeno inmanente en la sociedad, como algo imposible de desvincular de toda sociedad. Cabe pensar que si el poder le es natural a la sociedad toda sociedad (y el conjunto de sus ciudadanos/as) debería conocer los meandros y los intercisos propios sobre los cuales se funda el poder. Llevar al poder hasta sus últimas consecuencias, obligar al poder a ser "simismo", pues está en el ánimo filosófico de Foucault conseguir la libertad del hombre y ésta tan sólo se podrá enunciar a través de un desenmascaramiento de los procesos de poder.
Foucault despliega su disección sobre el poder en la obra Vigilar y castigar de 1975 [2]. El lugar de partida del poder es la misma sociedad que será el laboratorio sobre el cual fijará su análisis. El poder lo rodeatodo, lo afecta todo dentro de la realidad. Es algo enigmático, a la vez visible e invisible, pues también interesa hablar del poder como símbolo y por supuesto de los procedimientos simbólicos de poder. Foucault se manifiesta escéptico respecto del poder, no cree en él, lo detesta por su hiper realidad por ello sólo puede hablar de él en los límites de su discurso, allí, la fascinación oculta leatrapa dando lugar a un análisis categórico asombroso. Un trabajo de exégesis turbador. Tanta desconfianza contra tanta admiración, se preguntará el lector.
Así, el poder forma parte de la existencia del hombre ya que es necesario y está presente en cualquier manifestación humana: las relaciones laborales, el mundo de la ciencia, la cultura, el matrimonio, el sexo, el arte, el discurso mismo, comose dirá en su obra El Orden del discurso [3], 1970: Todo está afectado por relaciones de poder. O también se afirmará que todo puede ser definido como relaciones de poder y es desde una concepción descriptiva del poder desde donde se podrá organizar una sociedad. Muy al contrario, es desde lo concreto y cotidiano, desde las fuerzas que enlazan estos ámbitos de lo real -por citar unos cuantos tansólo, pero también desde su sintaxis simbólica- desde donde se iniciará su análisis y desde donde habrá que prestar atención en un primer momento a su actuación. El análisis del filósofo es atroz y se enmarca dentro de aquel grupo de penadores que como T. Adorno fundaron un pensamiento crítico politizante (que no político) y que vivió su auge desde el nazismo hasta el Mayo francés. Auge del idealismode izquierda, discurso todavía válido de los marxismos e impronta cultural posnietzscheana y psicoanalista.
La filosofía francesa en el continente, a diferencia de la inglesa en aquellos momentos preocupada por cuestiones de pensamiento analítico, lógica y post-estructuralismo, básicamente, se ocupaba por entonces de problemas éticos y existencialistas más que de problemas epistemológicos y...
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