Histeria juan david nasio
Esta neurosis de histeria se exterioriza en forma de trastornos diversos y a menudo pasajeros; los más clásicos son síntomas somáticos como las perturbaciones de la motricidad (contracturas musculares, dificultades en la marcha, parálisis de miembros, parálisis faciales...); los trastornos de la sensibilidad (doloreslocales, jaquecas, anestesias en una región limitada del cuerpo...); y los trastornos sensoriales (ceguera, sordera, afonía...).
Hallamos también un conjunto de afecciones más específicas que van de los insomnios y los desmayos benignos a las aliteraciones de la conciencia, la memoria o la inteligencia (ausencias, amnesias, etc.), e incluso a estados graves de seudocoma. Todas estas manifestacionesque el histérico padece, y en particular los síntomas somáticos, se caracterizan por un signo absolutamente distintivo: son casi _siempre transitorias, no resultan de ninguna causa orgánica y su localización corporal no obedece a ninguna ley de la anatomía o la fisiología del cuerpo.
cuerpo sexuado. En efecto, el cuerpo del histérico sufre de dividirse entre la parte genital, asombrosamenteanestesiada y aquejada por intensas inhibiciones sexuales (eyaculación precoz, frigidez, impotencia, repugnancia sexual...), y todo el resto no genital del cuerpo, que se muestra, paradójicamente, muy erotizado y sometido a excitaciones sexuales permanentes.
tres estados propios del yo que resumen por sí solos el rostro específico de la histeria en análisis. Un primer estado, por así decir, pasivo,donde el yo se encuentra en constante espera de recibir del Otro, no la satisfacción que colma, sino, curiosamente, la no respuesta que frustra.
Primer estado, pues: el de un yo insatisfecho. un estado del yo, pero un estado más bien activo de un yo que histeriza, es decir, que transforma la realidad concreta del espacio analítico en una realidad fantasmática de contenido sexual. el yo histéricoerotiza el lugar de la cura. La tristeza de su yo cuando debe afrontar por fin la única verdad de su ser: no saber si es un hombre o una mujer.
El problema del histérico es ante todo su miedo, un miedo profundo y decisivo que en verdad él no siente jamás, pero que se ejerce en todos los niveles de su ser; un miedo concentrado en un único peligro: gozar. El miedo y la tenaz negativa a gozar ocupanel centro de la vida psíquica del neurótico histérico. el histérico inventa y crea lo que percibe. El instala en el cuerpo del otro un cuerpo nuevo, tan libidinalmente intenso y fantasmático como lo es su propio cuerpo histérico. Pues el cuerpo del histérico no es su cuerpo real, sino un cuerpo sensación pura, abierto hacia afuera como un animal vivo, como una suerte de ameba extremadamente vorazque se estira hacia el otro, lo toca, despierta en él una sensación intensa y de ella se alimenta. Histerizar es erotizar una expresión humana, la que fuere, aun cuando por sí misma, en lo íntimo, no sea de naturaleza sexual. el histérico se apropia de todos los gestos, todas las palabras o todos los silencios que percibe en el otro o que el mismo dirige al otro.
Empecemos por aclarar que elcontenido sexual de los fantasmas histéricos no es nunca vulgar ni pornográfico, sino una evocación, muy lejana y transfigurada, de movimientos sexuales. La sexualidad histérica no es en absoluto una sexualidad genital sino un simulacro de sexualidad, una seudogenitalidad más cercana a los tocamientos masturbatorios y los juegos sexuales infantiles que a un intento real de concretar una verdaderarelación sexual.
el histérico se empeña en el deseo inconsciente de la no realización del acto y, por consiguiente, en el deseo de permanecer como un ser insatisfecho.
Así pues, el histérico puede identificarse con el hombre, con la mujer, o incluso con el punto de fractura de una pareja, es decir que puede encarnar hasta la insatisfacción que aflige a ésta. Es muy frecuente comprobar la asombrosa...
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