Histeria y goce

“Érase una vez una mujer, que no sabía qué significaba ser mujer para el deseo del hombre” (Lucien Israel El goce de la histérica).
Por esto, había elaborado el pensamiento de que lo único que podrían querer de una mujer, era simplemente su cuerpo, o una parte del mismo, un pedazo… y es que ella creía que esa era la única forma que tenía para que el hombre se acercara.
“Por lo que se acercan,después es por lo que se alejan... mis pechos”.
Así fue que desde el día en que la conocí, la angustia se hizo presente, marcándonos el camino, algo sinuoso, que deberíamos intentar recorrer.
Ser mujer seria entonces ocupar el lugar de ese objeto deseable, pero también el encuentro con la posibilidad de no serlo (al no existir la seguridad de serlo).
“Se me acercan por mis pechos y no son loque parecen” “Mis pechos no son como se imaginan”.
De a poco fue surgiendo una pregunta allí en donde antes había puras certezas.
“¿Qué quieren los hombres?, cuando no les das bola, los tenés ahí… y cuando los buscás se van”.
A lo largo de los encuentros se fue haciendo presente su cuerpo, que hablándonos en forma de síntoma (anestesia sexual), atestiguaba la falta de una palabra, de un corte enla cadena significante… dejando un agujero, un vacío.
“cuando se van no puedo parar de comer”.
Se hizo presente una necesidad de perfección, ejemplificada en sus pechos, como una imagen ofrecida al otro de un cuerpo recortado… como buscando ofrecer un goce perfecto, esperando luego poder recibir lo mismo a cambio… razón por la cual, no podía encontrar nunca otro final que no fuera el de ladecepción, al no existir perfección en el goce.
“Yo le pedía cosas a él que no me podía dar”.
Era en este punto insostenible donde comenzaban todas sus tentativas de reparación de ese otro… donde ella se encontraba innumerables veces…ahí… sosteniendo la perfección del objeto amado, como una garantía de poder así, en algún momento, encontrar la suya.
“Por estar con alguien no veía los defectos… losveía pero no les daba importancia” “debo ser yo, seguro que hizo eso por algo mío”.
Pero la vida nos enseña que entre lo hallado y lo buscado siempre habrá una diferencia, y aquí nos encontramos con ese monto de insatisfacción, que nos acompañará siempre, y que habla de un quantum de goce perdido, que lleva a la repetición…
“Siempre hago lo mismo… los espanto”.
Es aquí que la queja se hacíaoír, creyendo que la única que en verdad amaba era ella, mientras que el otro sólo quería tener sexo; motivo por el cual siempre era “abandonada” luego de la primera noche.
Siempre lista para satisfacer cualquier manifestación de deseo del otro, sacrificándose si era necesario en sus demandas, pretendía poder ser lo que le faltare al otro.
“¿Viste cuando te sentís que estas demandada por todoslados?”.
Y es que no había nada mas buscado por ella, que poder llegar a ser la causa del deseo del otro. Porque al mismo tiempo, nada la angustiaba mas, que el no saber de tal deseo.
Así fue que buscaba atraparlo, aprehenderlo, plasmarlo en un objeto que pudiera encarnar para él, ofreciéndose como un cuerpo consagrado para su goce.
“Yo no le ponía límites, y después, cuando estaba con él no teníatiempo para hacer mis cosas… tenía ganas de tomar mate sola en mi casa, pero me llamaba para vernos y no le podía decir no”.
Podríamos decir, siguiendo esta línea, que ella vivía tratando de colmar una demanda que ella misma había inventado; consagrándose a satisfacer lo que ella suponía era el deseo del otro, sacrificando así su propio deseo (que brillaba por su ausencia).
“Cuando estoy conalguien todo es para esa persona, y descuido el estudio, el trabajo”.
“Es como que tendría que ver qué es lo que quiero yo”.
Pero… ¿Cuál seria el deseo de la histérica? Hay un deseo propio puesto en juego aquí? podría decirse, tomando para esto a Lacan, que hasta ahora, el deseo, seria el deseo del otro.
Entonces ¿porqué luego no hace más que quejarse de ser tratada como objeto por el...