Historia corta

De pronto los zapatos encogen y de nada sirve contraer los
dedos de los pies. Los zapatos ya no nos quedan.
Se encoge la ropa, se encogen las sillas. Uno se golpea en larepisa que apenas ayer estaba casi en el techo. Ya no
podemos pasar entre los barrotes de la ventana. Los
pantalones le quedan a media pierna.
—¡Mamá, también estos se hicieronchicos!
Los pies se salen del colchón, el ombligo se sale de las
sudaderas, se salen los tobillos como si quisieran ver el
suelo.
De pronto no cabemos en el espejo. Nuestrasombra se
estira. Los adultos empiezan a decirnos: "Señorito,
Mujercita".
El piso se aleja como si se hubiera enojado. Son muchas
pruebas. Uno supone que el mundo se achica.—¡Todo se está haciendo chico!
No es cierto.
—¡Mira cómo has crecido!
Así dice la tía Araceli. Y tiene razón. No es que el mundo se
achique. Sucede que estamos creciendo.
Lo peorno es tener que cambiar de escuela ni sustituir los
afiches de don Gato y su Pandilla por fotografías de
automóviles Fórmula Uno o por el retrato de cantantes. Lo
peor no esdejar de ver caricaturas ni escuchar Rock ni
enamorarnos ni tenernos que dar besos con la boca abierta.
Lo peor es olvidar.
Cuando uno empieza a crecer se va olvidando delcajón de
los juguetes, del olor de las historietas. Nos olvidamos del
sonido que hace un estómago lleno de helado. Nos
olvidamos de jugar carreterita en la banqueta y de cómo sesienten las canicas en los bolsillos. Nos olvidamos de la
resortera, del lodo, de las lombrices y los ajolotes. Se nos
olvida el sabor amaderado de los chicles que guardamos unfin de semana bajo la paleta del pupitre. Se nos olvida mirar
hacia abajo, hacia el piso, hacia el mundo de los niños.
Eso es lo peor. Se nos olvida que fuimos niños.