Historia Corta
— ¿Estás bien, Fieke? —examino mi cara como si fuese un doctor
— Sí, no te preocupes… ¡ya te dije que no me llames así! —tome su mano y me levante. Limpie mipantalón.
Soltó una risa— Perdón, se me olvida —rascó su cabeza nervioso y sonrío
Trate de no llorar al verlo pues me traía muchos recuerdos. Seguimos hablando por un tiempo y luego me retire buscando ami mejor amiga. Lastimosamente no pude encontrarle pero si a otros amigos que caminaban hablando sobre un videojuego el cual me gustaba mucho así que decidí ir a hablar con ellos para distraerme unrato. Logré ver que alguien se acercaba a lo lejos y pude reconocer esa sonrisa tierna y esos ojos marrón que resplandecían con alegría pero esta vez verle sonreír me dolía, me dolía mucho. Me levantey dije adiós. Pude sentir como una mano familiar tomaba mi muñeca e impedía que pudiera seguir caminando. No quería hablar con él y menos ahora.
— ¿A dónde crees que vas? —se puso frente mío. Élseguía sonriendo pero no lo vi a los ojos.
—No es de tu incumbencia, Nicolas—trate de soltarme pero no tenía fuerzas.
— ¿Por qué estas molesta, Soph? —su cara se miraba confundida. Vi sus ojos y sentíala debilidad correr por mi cuerpo hacía mis rodillas
— ¡Eso no te importa! ¡No te importa cómo me siento! —me soltó y pude salir corriendo del lugar.
No voltee a ver por nada del mundo, yo tan...
Regístrate para leer el documento completo.