Historia De Chignahuapan
Todoindica que Chignahuapan llegó a ser una entidad relativamente importante en el contexto serrano; su ocupación fue restringida y supeditada a las emigraciones en busca de climas más benignos. En la monografía “Los Nahuas de la Sierra Norte de Puebla”, se afirma que los primeros pobladores de la sierra fueron Totonacas, por lo que la región ha sido considerada como parte del llamado Totonacapan.
Enel año de 1517 el representante de Hernán Cortés, dio posesión de las tierras al jefe Chichimectehutil y le puso por nombre Santiago Chiquinahulstli, que quiere decir “ojos de agua”, por los nueve ojos que salían en el lugar llamado “el río”.
La palabra Chignahuapan no es la simple traducción de “en las nueve aguas”, sino que se ha interpretado, como un sitio dentro de la compleja cosmogoníamexica del universo “son nueve los lugares donde las almas sufren antes de alcanzar a los cuatro años el descanso definitivo... (Chignahumictlan)”, estas líneas señalan parte de la importancia prehispánica así como las fuertes raíces culturales de la zona.
Por su vecindad y situación con otros grupos, los habitantes de Chignahuapan no sólo deben haber compartido similitudes culturales, sino tambiénotras de carácter étnico y físico. Hoy en día tanto en Chignahuapan, Zacatlán, Tetela y otros pueblos de la región, se pueden percibir características y rasgos comunes de los grupos nahuas, si bien éstos irrumpieron tardíamente en la zona.
En Chignahuapan se encuentra la Plaza de la Constitución, en pleno centro, destaca la parroquia de Santiago Apóstol, del siglo XVI, cuya fachada de estilobarroco indígena es testimonio del espíritu indomable de los antiguos pobladores; con sus colores llamativos y trazos rústicos ostenta cierto juego de simbolismos que, a su vez, cubren significados con el velo de la complicidad. En el área de los estípites inferiores están labradas figuras de querubines de piel oscurecida, rostros caricaturescos, brazos desproporcionados, líneas grotescas que según latradición oral –nos cuenta María Félix Cortés, gerente del proyecto de turismo alternativo– son pruebas fehacientes de la rebeldía de sus antepasados, quienes imprimieron un dejo irónico en cada deformación. La exuberancia de su acabado se manifiesta en la proliferación de frutas como piñas, plátanos, uvas, papayas –paradójicamente, ninguna de estas frutas se da en Chignahuapan–, y el verdor delas amplias hojas, en señal de abundancia.
Las gárgolas de piedra laterales con sinuosidades de serpientes guardaban en su silencio cada plegaria dirigida a Quetzalcóatl, como parte del sincretismo religioso.
El altorrelieve superior de Santiago Apóstol sobre su caballo es muy importante, pues en realidad los indígenas solicitaban los favores del caballo, ya que consideraban que del friccionar desus casquetes surgían los relámpagos, que a manera de guiño cómplice les enviaba el dios de la lluvia, Mixcóatl.
En la torre lateral derecha se ubica el primer reloj que produjo la famosa fábrica a la intemperie “El Centenario”, de Zacatlán.
Nos dirigimos al área de la plaza rodeada por casas típicas de madera, paredes blancas y techos de tejas rojas, que aloja la policromía de un pintoresco...
Regístrate para leer el documento completo.