HISTORIA DE JESUS
Fue la última ocasión en la que Jesús de Nazaret se reunió con sus discípulos (los doce apóstoles) para compartir el pan y el vino antes de su muerte. El cristianismo considera ese momento como el de la institución del sacramento de la eucaristía, ya esas "especies" como "el cuerpo y la sangre" de Cristo, aunque cada confesión cristiana difiere en su celebración litúrgica (misa cotidianamente y anualmente el oficio del Jueves Santo) y en su interpretación teológica (transubstanciación en el catolicismo).
Entre los hechos que se incluyen en la narración de este episodio están el lavatorio (Cristo lavó los pies de los apóstoles) y dosprofecías de Cristo, que se cumplieron en las horas inmediatas: latraición de Judas2 y la negación de Pedro.3 También se enuncia el denominado mandamiento del amor (amaos los unos a los otros como yo os he amado)4 5 y otras frases de Cristo de menos evidente interpretación,6 que dieron origen a la teoría política medieval de las dos espadas.
Algunas supersticiones populares (derramarsal, triscaidecafobia) tienen origen en lo narrado en este episodio evangélico.
Tras la cena, Cristo y once de los apóstoles (todos menos Judas) salieron de la ciudad de Jerusalén, produciéndose los siguientes episodios que inician la Pasión (la oración del huerto de los olivos y el prendimiento).
En el Huerto de los Olivos, la noche de la Agonía
Nuestro Señor, en el Huerto de los Olivos, sufrió el tormento de lasoledad. No de la soledad que es calma, recogimiento, oración; la soledad que es el paraíso del alma verdaderamente interior, sino la soledad creada por la indiferencia general, por la incomprensión y por el odio.
En el momento en que el Señor se preparaba para morir por la humanidad, forzoso sería que a su lado estuviesen todos los que oyeron maravillados sus palabras. Tal era la repercusiónproducida por sus enseñanzas, que los hombres para oírlo se internaban en el desierto sin pensar en el abrigo o en el pan.
En el momento del dolor y del peligro ¿dónde están esas multitudes? Cuando el Señor hacía milagros el pueblo entusiasmado lo aclamaba. ¿Dónde está ahora este pueblo? ¿Cómo explicar que a su lado ni siquiera figuren los leprosos a quien remedió, los ciegos y los mudos que curó,los muertos a quienes restituyó la vida? Esto se debe a que resulta fácil creer a la vista del milagro, pero es difícil afirmar nuestra Fe frente a los que no vieron milagros o no quieren creer.
Aclamar al Señor en medio de una multitud entusiasmada no es difícil. Pero soportar los sarcasmos, la incomprensión, la hostilidad, en los ambientes en que se profana la Fe, es muy difícil. Vibrar deentusiasmo cuando se escuchan las enseñanzas del Señor, es fácil. Pero poner en práctica sus mandamientos, cuando después de pasado el entusiasmo, cada uno retorna a la inexorable trivialidad de la vida cotidiana, es mucho más difícil. Es innegable que las multitudes se entusiasman por el Maestro. Su pecado no consistió en que el entusiasmo fuese débil, sino en que se quedase sólo en entusiasmo.
Y poresto en el Huerto de los Olivos el Señor está solo, y ofreciendo por cada uno de nosotros los méritos de su inmensa soledad.
* * *
Los apóstoles habían dejado todo, negocios, familia, situación, para consagrarse enteramente al Señor. En el cumplimiento del deber cotidiano supieron ser eximios. No hubo cansancios, ni calumnias, ni sarcasmos que los hiciesen desertar. Entretanto, también estosdejan solo al Señor. Duermen abatidos, huyendo así en el entorpecimiento del sueño, a la realidad de la vida, demasiado pesada para sus hombros.
¿Cómo explicar esa defección? Su generosidad fue sólo suficiente para las circunstancias comunes de la vida cotidiana, con sus pequeños reveses, con sus incontestables satisfacciones. Abandonaron todo, es verdad, pero en compensación tres de ellos...
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