historia de la ciencia
Los gobiernos sin amplitud de ideas y las crisis económicas fueron los principales conspiradores para que científicos bien formados en laArgentina se vieran obligados a emigrar a países con un horizonte más promisorio y mayor libertad de expresión.
Mario Bunge, físico, filósofo y epistemólogo argentino radicado en Canadá, que recibió entreotras distinciones el Premio Príncipe de Asturias (1982), escribió lo siguiente en 2001, refiriéndose a la política científica de su país en las últimas décadas y a las enseñanzas que le dejaronEnrique Gaviola, primer astrofísico argentino de renombre internacional, y Bernardo Houssay, primer Premio Nobel en ciencias de la Argentina:
A pesar de todo, la ciencia continúa siendo algo de lo cualel país puede considerarse orgulloso: según la revista Nature[2] es uno de los 19 países que lideran proyectos y aumentaron sus presupuestos del área en el 2006, y sigue siendo un líder regional,respaldado por su tradición científica.
Su capacidad actual es relevante en la biomedicina, la nanotecnología, la energía nuclear, las ciencias agrarias, el desarrollo de satélites, la biotecnología y...
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