Historia de la locura en la época clásica.
Las ardientes visiones del Bosco dan una imagen de la locura; otra, diversa, fue la que dejó en el tiempo Erasmo deRotterdam en su laborioso 'Moriae Encomium'. Pero fueron excepciones, elocuentes por su singularidad: la locura estaba en la zona tenue de lo que no se dice, o apenas, con un vago gesto, se señala sin vozpero con todos los énfasis tácitos de la censura. Así coartado como tema del saber o como elemento de la acumulación civilizadora, el planeta de la locura gravitó durante varios siglos en un mundosellado y conjetural.
Pero la palabra del loco tuvo que oírse alguna vez, por primera ocasión: desde un lugar ubicuo, impregnado hasta la raíz por la sombra de la otredad, la materia de la locura salióal día para ser propuesta como un tema del pensamiento y la cultura, y como una exigencia para la práctica social. Este hecho, que modifica profundamente el perfil interior de la experienciaoccidental, es el objeto de la mirada de Michel Foucault: un examen complejo y original, marcado sin cansancio por la traza de una audaz visión histórico-crítica.
La locura está hundida en el discurso de laexperiencia histórica y en la tajante realidad de los hechos humanos. Pero, siempre eludida, siempre inapreciable, estalla como un confín y al mismo tiempo se cierra como una peligrosa transparenciabajo las líneas de fuerza de la razón dominante. El sentido de la obra de Michel Foucault -un sentido más que polémico, político- no descansa en el examen inocente del pasado clásico europeo en relacióncon la locura; su efecto cultural no complace a ningún historicismo académico, a ninguna nosografía tampoco: es una puesta en cuestión, rigurosa y ardiente, de la simulación que suele registrar, conmiedo y desenfado, las vicisitudes 'dialécticas' de la pareja Razón-Sinrazón. Del sobrino de Rameau diderotiano al perfil trágico de Antonin Artaud, pasando por Nietzsche y Nerval, toda una historia...
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