Historia De La Matrona En Chile

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DE PARTERA A MATRONA. HACIA LA
ASISTENCIA PROFESIONAL DEL PARTO EN
CHILE EN EL SIGLO XIX1

En la década de 1870, la extranjera Carlota Wolff se trasladó desde la
capital al pueblo sureño de Constitución para ejercer como matrona
subvencionada por la municipalidad, con el propósito de asistir a las
mujeres más pobres que arribaban al vetusto hospital y a aquellas
provenientes de laclientela privada. A poco de residir, y en su calidad
de reciente titulada, dirigía una protesta a las autoridades del Tribunal
del Protomedicato, establecido en Santiago, contra las mujeres con
las que disputaba ese mercado asistencial y que actuaban en franco
desacato a lo estipulado por la reglamentación vigente:
“Pero, si es cierto que esa protección de la Ilustre
Municipalidad en muypequeña parte alcanza a suplir
mis necesidades, hay un mal muy grande que me hacen
un sinnúmero de curanderas o, más propiamente dicho,
“parteras”, que no tienen el menor conocimiento, y que
además de dejar a un sinnúmero de personas con graves
enfermedades del útero, me hacen una competencia que
Ud. no tolerará porque la ley me ampara2.”
Al someterse al examen que legalmente la habilitabapara
asistir parturientas, Wolff demandaba igual rigor contra curanderas
y parteras, exigiendo se les prohibiera “terminantemente” el ejercicio
de la profesión de matrona “y a las cuales denunciaré oportunamente,
todo dentro de la esfera de la ley”3. En su denuncia, añadía su
preocupación por los perjuicios de la atención de “enfermedades del
útero” que proveían aquellas mujeres, acusación queo arrancaba del
2 Archivo del Protomedicato, Fondo Protomedicato, serie: expedientes y solicitudes, Vol. 12,
s.a., f. 8. Presumimos que es en el año 1875.
3 Ibíd.

CALIDAD EN LA EDUCACIÓN No 27, diciembre 2007 285

conocimiento empírico de la propia Wolff o se trataba de un cargo
sin fundamento que sólo cumplía el papel de desprestigiar a las
parteras. Este fragmento ilustra vivamentealgunos aspectos de los
cambios que comenzaba a experimentar la asistencia del parto, con
motivo de la formación de las primeras generaciones de matronas y
de la relación establecida con las históricas parteras en zonas lejanas
de Santiago, donde el control de organismos como el Protomedicato
o de médicos reconocidos era menor que el que podían ejercer en la
capital. La mayor tolerancia delas autoridades respecto de las parteras
se debía, al menos, a dos factores: la falta de matronas examinadas
que residieran en localidades alejadas y la existencia de mujeres que,
dedicadas a esa misión, contaran con la confianza del público y a las
que reprimirlas resultaba una tarea inoficiosa e irrealizable.
Los cambios en la historia de la asistencia del parto en Chile no
pueden serentendidos en su real magnitud si no se alude a la historia
de las trayectorias laborales de parteras y matronas en el siglo XIX.
La precisión semántica de “partera” y “matrona” distinguió la clase
de servicio que unas y otras ofrecían: la primera, un saber empírico,
adquirido gracias a la sola observación y experiencia; la segunda,
un conocimiento obtenido por la asistencia a un curso formal quecontemplaba la aprobación tanto de una parte teórica como práctica.
Hasta hoy, las funciones que ambas cumplieron en una comunidad, su
influencia en aspectos como el demográfico y el sanitario, la historia
de sus representantes y de las tareas que cumplieron no habían sido
objeto de análisis histórico particular en Chile (Zárate, 2007). Pese
a ello, la transición asistencial de la partera a lamatrona es parte
sustantiva del incipiente proceso de profesionalización médica del
siglo XIX (Serrano, 1993), pues los médicos formados en la Facultad
de Medicina de la Universidad de Chile no estaban interesados en
la atención de los partos con la misma intensidad que desarrollaron
otras especialidades, con excepción de algunos, como Lorenzo Sazié
o Adolfo Murillo (Zárate, 2001). En...