Historia de la Musica
Por J. Agustín Guerrero.
Señor doctor Miguel Riofrío.
Mi estimado amigo:
A usted que es literato, que es poeta, y que con un corazón de artista se conmueve á la vista de las pinturas y las estatuas y se arrebata con los acentos de la armonía, á usted, tengo el honor de dedicarle esta mi pequeña obrita que contiene la historia de la música ecuatoriana, comouna prueba de gratitud y una muestra de nuestra antigua y verdadera amistad.
F Agustín Guerrero.
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La historia de las naciones no es mas que el recuerdo de los sucesos notables y los acontecimientos diversos que han tenido lugar en bien ó desgracia de los pueblos, así como la memoria de los hombres célebres, por la particularidad de su genio para la guerra, la política y las ciencias, poreso no hay pueblo, por pequeño que sea, que no conserve siquiera la tradición de sus antepasados, á propósito de su vida, su ilustración y sus circunstancias; pero no se crea, por esto, que las páginas de la historia han sido abiertas tan sólo para los políticos y los guerreros, ellas contienen también el nombre de los artistas, para quienes dejó Dios en el mundo una mansión desconocida, y que soloal genio le es permitido el penetrar.
Si las artes hacen el complemento de la ilustración de las naciones, sea por el mérito del trabajo, ó por las ideas bellas y originales que nacen de una imaginación privilegiada, para establecer las leyes del buen gusto, poniéndose en relación con nuestro corazón y nuestros sentimientos, ¿por qué no amar y cultivarlas como al objeto mas digno de nuestro sery la esperanza del porvenir? ¿juzgamos acaso que ellas no convienen con la civilización, ó menguan en algo el decoro de una nación independiente?
Atenas fue libre y soberana, Roma fue libre y soberana, y esas dos reinas del poder y la sabiduría las conocieron y amaron con entusiasmo, hasta atribuirles un poder que no tenían, y creer que el canto y la Lira de Orfeo podian domar á las fieras masterribles, conmover los árboles y las peñas y detener el curso de los ríos.
Los egipcios no fueron menos grandes que los griegos y los romanos, y los egipcios tuvieron música; y cantaron y bailaron, en sus fiestas cívicas y religiosas, al son de los instrumentos ejecutados, muchas veces, por los grandes de su reino, lo que prueba que desde la mas remota antigüedad, las artes fueron reconocidas comoun bien indispensable para los pueblos, y que su ejercicio, en vez de verse de mal ojo, como entre nosotros, lo desempeñaron los grandes y los monarcas. ¿Y qué diríamos si derrepente viéramos á un músico vestido de los hábitos clericales y con un instrumento á la mano, ó si uno de nuestros presidentes de América se presentara á cantar en un teatro público para percibir el precio de su canto?
Delprimero, diríamos que estaba loco, del segundo, que era un codicioso, y acabaríamos por reírnos de ambos, esto sucedería aquí, y Roma no se riyó cuando vio á todos sus músicos consagrados de sacerdotes en la restauración de la música religiosa, después de la época de Nerón, ni Nápoles se riyó cuando el emperador romano descendió del trono para ostentar su voz en el procenio y demandar delDirector de orquesta las monedas que correspondían al mérito de su canto.
Las artes son el fuego sagrado que no alumbra sino á muy pocos, ni revela sus encantos mas que á los espíritus elevados, de suerte que para comprenderlas bien y penetrar sus misterios, se necesita tener un corazón como de virgen, una imaginación como de poeta y un sentimiento como de ángel. Rossini, Meyerbeer, Donizzeti, no fueronhombres comunes que adoraban lo superfluo, sino una especie de espíritus celestes, que habían venido al mundo para vivir en el pensamiento de todos y hacernos oír el lenguaje de los inmortales. El que no es afortunado en tener corazón de artista no hable de las artes, porque es vagar en el imposible, puesto que ellas no son sino el verdadero espiritualismo, ese espiritualismo que ha sido el...
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