Historia de las monarquias
En palabras de Ernest Renan: "La Monarquía hereditaria es una concepción política tan profunda que no está al alcance de todas las inteligencias el comprenderla."
Lasoberanía nacional reside en el pueblo. Ésa es la columna vertebral de la democracia. A través de la voluntad general libremente expresada, se forma el Parlamento, encargado de hacer las leyes, y elGobierno, al que corresponde la gestión ejecutiva.
Así ocurre en todas las democracias rectamente entendidas, sean monarquías o repúblicas. Pero la esencia profunda de una nación no depende solo de lavoluntad general expresada en unas elecciones concretas. Ningún país ha sido edificado por una sola generación. No se puede prescindir de todo el pasado.
Una nación se forma a través de los siglos yson muchas las generaciones que aportaron su esfuerzo para desarrollarla, para hacerla más justa y más libre. En una democracia profunda, también las generaciones pasadas poseen el derecho a ser oídas.Las viejas naciones que han tenido el acierto de conservar sus dinastías han vinculado la Monarquía hereditaria a la continuidad histórica, como símbolo nacional del presente y del pasado, comopermanencia de la tradición en el futuro. La ciencia política ha encontrado así una fórmula inteligente y sutil para que estén presentes en la vida nacional la sucesión de generaciones que escribieron laHistoria del país.
La Monarquía se asienta y nutre en el sufragio universal de los siglos. Ciertamente, después de tantos siglos, la Institución ha presentado formas muy diversas, según las épocas,las razas y las diferentes geografías. Allí donde no ha sabido reflexionar y adaptarse a las exigencias de los tiempos nuevos, ha sido derribada. La Corona sólo permanece donde resulta útil.Símbolo de la unidad y la continuidad nacionales, poder histórico para intervenir sólo en caso de crisis extrema, con capacidad para el arbitraje y la moderación, porque el Rey, a diferencia de otros...
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