Historia de México
México, la gran capital del virreinato, temblaba poseída por el terror. Los
insurgentes, se murmuraba en todas partes, tenían ya rodeada laciudad, y era locura
la de Novella y sus paniaguados, que torpemente seguían resistiendo a Iturbide e
impidiendo la consumación de su plan de independencia, que a esas alturas era ya unanhelo general.
Quintanar y Bustamante, se sabía, estaban ya en Cuautitlán. El fino señor don Juan
Morán, marqués de Vivanco, dueño de la abundosa hacienda de Chapingo, se habíapasado a las filas de los insurgentes, y al mando de una fuerte tropa tenía tomadas
fuertes posiciones al sur, por el rumbo de Coyoacán. Se oía decir que diariamente
recibía Iturbidenuevas adhesiones, que se entrevistaban prominentes como el
marqués de Salvatierra, el riquísimo conde de Regla y el muy conocido de Peñasco.
Peor aún, en los cuarteles yguarniciones se oía decir que don Domingo Luaces,
pundonoroso jefe realista, ya no era tal, sino insurgente, y que militaba ahora a los
órdenes de Iturbide, lo mismo que los coroneles Aranay Orbegoso y el brigadier don
Melchor Álvarez. Todo el poderío español se habían derrumbado; la ciudad estaba
prácticamente en manos de Iturbide. Su ejército, el mayor que jamás sehabía visto en
la Nueva España, formado por 16 mil hombres de las tres armas, tenía rodeado a
México, y era torpeza supina la de Novella al empeñarse en seguir oponiendoresistencia.
En efecto: el ilegítimo gobernante mandó cerrar las once garitas que daban acceso
a la ciudad: Peralvillo, Vallejo, Nonoalco, la Tlaxpana, Belén, Niño Perdido, la Viga, laCandelaria, San Lázaro, Coyuya y Chapultepec. Luego ordenó a los jefes militares que
aprestasen a sus tropas para defender la capital.
Al saberlo, O'Donojú montó en cólera. Buen caballero
Regístrate para leer el documento completo.