Historia De Motivacion y Ejercicion De Reflexión
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Instrucciones
Lee cuidadosamente la historia de Don Miguel, y responda en hojas las preguntas que al final se le hacen.
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Soy Miguel Sohom García*, originario de Nahualá,
Acabo de cumplir 52años, y todos los sábados me alisto desde las 4 de la mañana, para tomar el primer bus que me lleve a Xela. Antes de las 8, ya estoy en el colegio, me siento hasta delante, para ponerle atención al profesor. ¡Estoy estudiando mi básico por madurez! Aunque pensé que quizás, nunca iba a poder volver a estudiar, Diosito me ha dado otra oportunidad.
Y, es que en la panadería donde trabajo, ven quela gente solo cumple los 60 años y buscan cualquier motivo para despedirlos y los pobres trabajadores se quedan sin trabajo pasando penas.
Ya hice cuentas y a los 53 años, habré sacado mi Bachillerato, con eso ya puedo entrar a la Universidad y estudiaré Auditoria, y es que he pensado poner aquí en Nahualá, una oficina de Auditoria y trámites contables, porque aquí casi no hay y se necesitanmucho. “Dios mediante cuando cumpla los 60 y me estén despidiendo de la panadería, me estaré graduando de Licenciado”.
Yo no puedo darme el lujo de quedarme sin trabajo, tengo una esposa y seis hijitos, cuatro varones y dos niñitas. Dos todavía están pequeños iniciando la primaria. Ellos son mi motivación, para que todos los días desde las tres de la mañana, empiece a preparar el pan, pues alas cinco ya está la gente comprándolo, es un trabajo duro y muy cansado máxime a mi edad, pero no tengo ningún título para poder buscar otro tipo de trabajo. No se gana mucho pero puedo darle de comer a mis hijitos.
¡Cuánto me arrepiento de no haber estudiado desde muchacho!, -cuando tenía el apoyo de mis padres y podía dedicarme solo a eso-- ahora mi familia estaría mejor. Es que,es muy duro para un padre, cuando un hijito le pide para un juguete, y no poder dárselo; hace poco en la terminal de Xela, mi nene se prendió de un carrito, no lo soltaba y lo abrazaba a su pecho, tuve que arrancárselo de las manitas para devolverlo, ver sus lagrimas me destrozaba el corazón, -solo costaba diez quetzales- pero no los tenía, apenas ajustaba para el pasaje de regreso. También hevisto sus lagrimitas, cuando les digo que no puedo comprarles ese pastelito que se les antojo o esos zapatitos bonitos que tanto les gusto.
Pero lo más duro fue hace unos años, cuando de madrugada mi segundo varoncito se enfermo, eran vómitos y diarrea, se nos quedo desmayado; a esa hora empecé a ver quién me prestaba, para pagar un carro y llevarlo al hospital. De poco en poco fui juntando,rogándole y llorándole a tanta gente, como a las tres de la tarde ya lo había reunido, pero ya era demasiado tarde……. ¡Si tan solo hubiera tenido unos cien quetzales para el carro, mi muchachito estaría vivo!. No quiero que esta desgracia me vuelva a pasar, por eso le estoy echando ganas al estudio, me voy a graduar y podré darle una mejor vida a mi familia, y ya ninguno se me va a morir porno tener para la medicina y para un doctor.
Hace mucho tiempo, cuando tenía 14 años, mis papas me mandaron al Instituto de Básico de Nahualá, -pero uno de patojo, no valora el esfuerzo que los padres hacen- en vez de irme a clases, nos íbamos con los cuates al rio, otras veces a jugar futbol o a tomar guaro y otras a ver patojas al parque, y cuando estaba en clases solo me dedicaba a molestar;-así quién iba a poder rendir en las clases-, lamentablemente desperdicié varios años. Ya después no me quisieron recibir porque ya estaba grande. Entonces decidí estudiar en el Instituto Nocturno, por la mañana trabajaba en la carpintería con mi papá, por las tardes hacia mis tareas y en la noche a estudiar al Instituto, realmente me estaba yendo muy bien, casi solo ochentas...
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