Historia de Roma

En el florecimiento y decadencia de la historia de la República romana deben distinguirse
claramente dos dimensiones que fueron madurando en forma paralela. Es cierto que por un lado
Roma fue una realidad política y territorial que dominó todo el panorama del Mediterráneo antiguo
entre los siglos II a.C. y V d.C., una república de caracter imperialista, que estaba dotada de un
aparatoburocrático y administrativo complejo, por no mencionar de la fuerza militar más eficaz del
mundo antiguo. Pero Roma fue, en un sentido más profundo y radical, un proyecto basado en una
identidad de la que eran conscientes los propios romanos. Debemos señalar por tanto las
interacciones entre estas dos realidades paralelas, que se influyeron mutuamente, durante los dos
últimos siglos de la República.Cada vez que Roma intentó dar cuenta de sí misma, lo hizo señalando las virtudes morales que la
volvían cualitativamente superior a los demás pueblos. Aunque otros pueblos fuesen más refinados
y más cultos (como los Griegos con los que Roma tenía contacto desde el principio, por las
colonias helénicas de la Magna Grecia), Roma no los envidiaba debido a su superior interés moral.
Cada vezque Roma quiso explicar sus éxitos, les atribuyó esas virtudes a al patria y no a la fortuna
ni al ingenio; y cada vez que tuvo que explicar su decadencia, culpó al olvido de estas costumbres y
tradiciones. Este podría ser el origen del conservadurismo romano. Para Roma, la fuerza que le
valió la conquista de casi todo el mundo conocido no se encuentra en la experiencia, logros o
periciasalcanzadas durante el camino o en el contacto con otras tradiciones, sino que está en sus
raíces, en sus bases: en el legado moral de sus ancestros y antepasados.

Estas virtudes eran la lealtad, el sentido práctico y la responsabilidad. El hombre admirado era el
que reunía en sí estos méritos, que bien podían reunirse en el concepto de gravitas, es decir
“gravedad”: el hombre grave era aquel quetomaba en serio las cosas de la vida, que tenía
conciencia del valor de las acciones y no vivía a la ligera. Los grandes valores que el hombre ideal
debía defender eran la familia, la patria y la religión. Frente a estas tres dimensiones, de naturaleza
colectiva, el interés personal quedaba totalmente anulado. El egoísmo, el deseo de gloria y fama
personales eran objeto de total reprobación.Para la Roma de la antigua República, aquella recién liberada del yugo de los reyes etruscos
(aquella Roma cuya aristocracia veía en la República la garantía de la libertad y la defensa de la
voluntad caprichosa de los individuos), estos valores estaban intensamente vinculados a su forma
específica de organización política.
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Se podría decir que la colegialidad y la anualidad de todas lasmagistraturas romanas no eran otra
cosa que una garantía legal contra las pretensiones individuales, en la misma línea de aquella ley
que autorizaba a cualquier romano a dar muerte a quien osara proclamarse rey.

En este sentido, el gran ejemplo del republicano patriota que encarnaba las virtudes que en Roma
llegarían a llamarse mores maiorum fue Lucio Quincio Cincinato (519 a.C. – m. 439a.C.), héroe de
la guerra contra los volscos que, según cuenta la tradición, fue llamado a ejercer la dictadura en un
momento en que Urbe pasaba apuros. Por el bien de Roma, Cincinato habría accedido, pero sólo
para volver sin dilación a su humilde trabajo agrícola tan pronto la necesidad de la República
estuviese satisfecha. Así lo prometió, y así lo cumplió.

Podemos observar que lamoralidad romana se encontraba desde el principio vinculada a dos
ocupaciones: la agricultura y la guerra. Éstas fueron consideradas las vocaciones originales de
Roma, y por lo tanto ocupaciones nobles por excelencia, y fuente de virtud y honra. Así se entiende
que los patricios, la clase dirigente y orgullosa de su pureza de sangre, se vinculase siempre con los
negocios de la tierra; y que la vida...