Historia de terror

El sueño del infierno
El día comenzó extrañamente, cuando mi madre de mentiras, (sí, se cómo suena eso, pero en mi defensa, es la madre de mi mejor amiga, de la persona que considero una hermana; así que su madre también es una madre para mí), en fin, cuando ella me agradece por unos mensajes que yo no le envié, que no pude haber enviado. Recuerdo sus palabras exactas, “tus mensajes han sidomuy hermosos, hubo uno incluso muy gracioso, te agradezco por ellos”; pero no era posible que yo le hubiera escrito, en primer lugar no recordaba haberlo hecho y en segundo era prácticamente imposible, me encontraba durmiendo, había dormido desde la noche anterior hasta más allá de las doce del presente día, y apenas me desperté, decidí ir a ver a mi madre de mentiras. Como lo dije anteriormente,sucesos imposibles, al menos cronológicamente. No tuve problemas en decirle que no había sido yo la de los mensajes, que era imposible por las razones ya antes señaladas, pero ella, aunque extrañada, seguía insistiendo en que los mensajes provenían de mi teléfono. Pese a todo este pequeño alboroto no hice el menor reparo en esto, y proseguí mi día, o por lo menos lo que quedaba de él, ya eran unpoco más de las tres de la tarde cuando decidí irme a mi propia casa.
Al llegar era todo tan cotidiano, todo como siempre lo había sido, y lo será. Salude a mi madre, la cual estaba en su habitación, leyendo, no se hizo alboroto alguno por mi llegada, después de todo, solo había salido por una o dos horas. Me tumbe en la cama de mi habitación; pensando en lo extraño que había sido miconversación de esta “mañana” con mi de madre de mentiras; decidí revisar mi teléfono, no ocurriría nada solo por verificar los hechos, pero al revisar los mensajes descubrí que no había ninguno, en todo el sentido de la palabra, ninguno. Habían sido borrados, tanto los enviados como los recibidos, simplemente extraño. Suelo guardar los mensajes, me gusta releerlos de vez en cuando, además tampocorecordaba haberlos borrado; pensé que se debía a que mi hermana mayor había tomado mi teléfono y lo había revisado, cometió el gran error de leer algún mensaje y por cosas del destino había eliminado todos; bueno, le reclamaría por este abuso más adelante.
Ya eran las siete y quince de la noche. Que rápido había pasado el día; literalmente, las horas pasaron como minutos. Me estaba muriendo dehambre, natural a esas alturas del día sin haber probado bocado alguno. Salí de la casa, quise buscar algún puesto de comida rápida para satisfacer mi hambre, pero, mientras caminaba por las mismas aceras que había caminado por gran parte de mi vida, note como todo era distinto, el lugar estaba desierto, no había un alma; mientras más caminaba mejor se podía evidenciar esta soledad. Por otra parte lospuestos de hamburguesas y perros calientes no se encontraban por ningún lado, durante cinco días a la semana estos puestos abrían, no había un día que faltarán a su horario pero, hoy no. El frío de esa larga noche de sábado no parecía ser normal, si bien estamos en invierno, aún así el frío no se justificaba, la zona en la que vivo es famosa por ser calurosa, y aunque puede ser fresca en estaépoca del año, no debe de ser tan fría.
Todos estos extraños hechos ya estaban preocupándome, no parecía ser un día más, este era un día completamente distinto. Hasta que por fin pude visualizar un puesto de comida rápida al otro lado de la calle, me pareció algo fuera de lo común que estuviera en aquel lugar, pero, el día ya era bastante raro en sí, no hacía falta agregarle pequeños detallespara convertirlo en una historia de ficción o algo así.
Pero en el segundo que todo cambiaría, intentando cruzar la calle, me vi envuelta en una oscuridad casi absoluta, ya no podía distinguir el puesto a lo lejos, había neblina muy espesa que me dificultaba ver; y volteo, un camión con las luces encendidas viene hacia mí, no se detiene, me aparto a último minuto. Mi corazón se acelero,...