Historia de un espadachín

Historia de un espadachín.

Es una tarde cualquiera en un templo samurái, están en pleno entrenamiento, cuando entra nuestro héroe…

Zoro: (con aspecto retador entra en el recibidor del templo) ¿¡Hay alguien ahí!? ¡He venido a retar su dojo! ¿¡Dónde están los más fuertes!? ¡Salgan a enfrentarse a mí!

Sensei: (caminando a recibir a su visitante y con una voz serena) ¡Jaja! Es raroencontrarse con un retador en éstos tiempos.

Zoro: ¡Ja! No me subestimes por ser tan joven. ¡He salido triunfador en todos los templos vecinos!

Sensei: (Sonriendo tranquilamente) Está bien. Aceptamos tu desafío.

Sensei le señala el pasillo invitándole al dojo, y en el camino…

Zoro: Si gano me quedaré con su cartel.

Se detienen en la entrada del dojo donde los estudiantes ya estánaglomerados en la puerta, queriendo observar curiosos a su afanoso retador.

Sensei: ¿Qué hay si pierdes?

Zoro: (con cinismo) ¿¡Perder yo!? (cambiando a un tono más serio) Bien, si eso ocurriera, déjeme pensar… Me uniría a este dojo.

Sensei: (da una carcajada comprensiva) Me parece justo. Entonces… ¡Kuina!

(aparece una joven entre los estudiantes con aspecto serio e imponente)

Kuina:Sí, padre.

Zoro se sorprende porque no puede creer que su contrincante vaya a ser una mujer y con indignación replica a sensei…

Zoro: ¿¡Bromeas!? ¿¡No serás tú quien luche contra mí!?

Sensei: (sin contestar la pregunta y con una voz tranquila) Aunque veas a Kuina como una chica sin más, es más fuerte que todos los adultos de éste dojo. Créeme, pues no soy el tipo de padres quefanfarronea de sus hijos.

Zoro: (viendo fijamente a su contrincante y diciendo con entusiasmo bélico) ¡De acuerdo!

Sensei: Pues pasa, por favor.

Zoro: (avanza hacia la cesta de las katanas de entrenamiento y pregunta a Sensei) ¿Puedo utilizar las que sean, verdad?

Sensei: Cuantas desees.

Zoro toma una katana en cada mano y una más, que pone en su boca, los demás estudiantes observansentados y empiezan a susurrar con tono burlón, pero al mismo tiempo con el respeto que hay que guardar frente al sensei, por lo que tratan de no ser percibidos mientras hacen sus críticas.

Sensei: (con Kuina y Zoro a cada costado y frente a la pared del dojo, donde hay un pequeño altar, haciendo una reverencia al estilo oriental) ¡Saludo a los Dioses! (dando media vuelta al mismo tiempo que Kuina yZoro quedan frente a frente con sólo un cuarto de vuelta y reverenciando nuevamente) ¡Reverencia a tu contrincante!

Alumno1: (susurrando a otro estudiante) ¿Qué le pasa a ese tonto?

Sensei: (en un tono áspero e imponente) ¡A luchar!

Kuina levanta su katana con un gesto confiado y retador y la presenta, Zoro espera a que ella ataque, ella comprende la invitación y con un movimientorápido intenta golpear la cabeza de Zoro, a lo que éste de inmediato reacciona cubriéndose con las katanas, Kuina atesta de inmediato un segundo golpe y es suficiente para desarmarlo. Zoro cae al suelo y se reincorpora muy enfadado, al ver que ella tiene la misma cara vacía de expresión se enfada aún más.

Zoro: ¡Maldita sea!

Zoro pronto se ase de las katanas y se pone de pie de nuevo adaptandouna peculiar posición que sorprende a Kuina, cuya expresión por fin cambia, e incluso a sensei, éstos hacen una expresión de asombro.

Kuina: Oye… ¿te enseñaron la técnica de dos katanas?

Zoro: (muy enfadado) ¿¡Y cómo voy a saberlo!? ¡Esta es la primera vez que empuño una katana de bambú!

Sensei: (sonriendo con un gesto de entusiasmo) La primera vez, ¿eh?

Zoro: (sigue enfadado) Debosuperarme a mí mismo… entonces… (al tiempo que ataca) ¿¡cómo voy a dejar que me derrote ésta mujer!?

Desesperadamente corre hacia Kuina con el afán de intimidarla o sorprenderla, sin advertir que llevaba la guardia baja y ésta le atesta un golpe final con la katana en la cara. Zoro queda fuera de combate, cayendo al suelo, todos los estudiantes se encogen de hombros y lanzan el típico ouch....