Historia de una maestra

HISTORIA DE UNA MAESTRA
de Josefina Aldecoa

A) El sentido de la educación en la obra, y el valor de ésta.

El libro que he leído nos presenta la realidad de una educación en la que ya se empezaba a vislumbrar la necesidad de un cambio de rumbo. Nos ofrece una visión muy realista en cuanto a lo que la palabra “educación” significaba en la sociedad de aquella época, y en el contexto dondese va desarrollando la historia. Y está enfrentado al concepto de “educación” que ella (Gabriela en el relato) tenía, que ella pensaba y que intentaba poner en práctica.
En la obra, el sentido que la autora le da a la educación es el de libertad ([…] mi sueño iba por otros rumbos. Educación, cultura, libertad de acción, de elección, de decisión […]). No concibe la educación como “aprender poraprender”. La educación, la escuela, es un lugar donde enseñar la realidad que les rodea, enseñar a pensar sobre lo que les rodea, y enseñar a criticar lo que les rodea. Reflexionar. Reflexionar y liberarse. Liberarse de las ideas prefijadas que nos quieren inculcar, salirse de los “raíles de trenes” que nos llevan a un aprendizaje banal, puramente academicista y donde la opinión del que aprende nocuenta. Hay que despojarse de los velos en los ojos que la educación tradicional nos coloca, echar abajo las barreras de la incomprensión, y mirar para observar. Mirar a todos lados, en todo momento. Mirar y ver que lo que nos rodea es lo que tenemos, y que lo que tenemos hay que cambiarlo si las cosas no van bien. Pero claro, para cambiar las cosas, primero hay que conocerlas, cómo funcionan,cómo actúan, cómo se desarrollan, cómo hacen de bien o de mal, y cuánto, y por qué… todo es cuestionable, cada cual tiene su puto de vista sobre las cosas. Porque te pueden gustar más o menos, pero que te gusten o no, no significa que tengas la razón, o que siquiera tengas la capacidad para ofrecer un juicio de valor. Hay que conocer aquello que se critica o ensalza. No se pueden hacer las cosas conla única razón del “porque sí” o el “porque yo lo digo”. Y el conocer las cosas, es lo que nos da la libertad de poder pensar y enjuiciar todo cuanto nos rodea. Esa es la idea de educación (a mi entender) que el libro nos quiere hacer ver. Y esa es la realidad, que la escuela en ese tiempo (y casi que de ahora también) no está orientada a crear y desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo delque aprende. Sólo intenta meter con calzador en el cerebro, aquellas ideas que otros pensaron que era lo correcto o lo interesante saber, pero… ¿a caso todos los alumnos/as son iguales? ¿Todos necesitan la misma educación? ¿Con los mismos criterios para ser enseñados? ¿Necesitan lo mismo un alumno de 10 años, que vive en un pueblo apartado entre montañas, donde a casi no llegan las noticias delexterior de sus callejuelas y plazas; que un niño de 7 años que vive en un paraíso natural, colonizado por extranjeros cuya cultura difiere tanto de la nuestra como el negro del blanco? ¿Es concebible que se intente impartir la misma educación? Algunas personas pensaron que sí, y las demás le siguieron el cuento.
Porque es de indudable valor, de importancia extrema, el tener en cuenta el contextosocial y emocional en el que el niño/a que va a ser educado se mueve y vive… no se puede estandarizar la educación. No es de recibo que lo de aquí funcione allí y más allá, es imposible. ¡Pero si sólo el hecho de cambiar de aula estando en el mismo centro, ya es un mundo! ¿Cómo pretendemos enseñar lo mismo en distintas ciudades, en distintos países, que tienen distintas historias, que sus gentes sonde forma distintas? Habrá unas pautas, unas consignas que se puedan seguir y sean válidas en todas partes, pero unas consignas generales. Una consignas de que buscamos el mismo objetivo, que pretendemos las mismas metas, aprender a pensar. Pero al fin y al cabo, unas consignas demasiado generales como para que nos describan cómo actuar y cómo enseñar a todos los chicos y chicas, cuando sus...