Historia De Una Vida

PROLOGO
La vida no podría ser mejor. Estoy por casarme con Martín, la persona a quien más amo. Mi carrera está en su punto más alto. Estoy embarazada. Sé que para muchos, el embarazo es una tortura, pero para Martín y para mí, es una bendición. Hace años, para ser más exactos, diez años, que estamos juntos, y hace dos que venimos intentando ser papás.
Martín y mis padres están en un viaje denegocios de último momento, pero van a llegar en la madrugada. Los extraño, pero mañana, vamos a estar más juntos que nunca, y mañana, les vamos a dar la noticia de que Martín y yo, esperamos un bebé.
Mañana va a ser el día más importante de mi vida. Mañana me voy a casar. Estoy mirándome al espejo, decidiendo qué ponerme para mi despedida de soltera. Les advertí a mis amigas que fuera una fiestacontrolada y sin alcohol, por lo menos para mí, aunque no creo que eso se cumpla. Dándome unos últimos retoques salgo de la habitación, esperando ver un club de nudistas en mi sala de estar.
Realmente me sorprendí al ver que mis amigas respetaron mis peticiones e hicieron una despedida de soltera, un tanto diplomática. De verdad no estoy muy enfocada en esto, solo quiero dormir para estar frescamañana. La noche se pasó en un borrón, y cuando miré el reloj ya eran las 03:00 a.m. Me despedí rápidamente de mis amigas y me fui a mi habitación decidida a dormir un poco, y rápidamente entré en un sueño profundo, en el que Martín y yo estábamos mirando el océano y en la playa, un niño con el cabello dorado de Martín, jugaba en la arena.
Un sonido me despertó de repente. Ring ring ring. Se escuchabalejano, pero me obligué a despertarme. Tal vez era Martín, que llamaba porque había llegado de su viaje de negocios y quería saber si estaba bien. O quizás era alguno de mis padres, para avisarme que estaban cerca y no querían molestar al ama de llaves para que les abriera. Podría ser cualquiera, hasta un molesto periodista o algún maniático. Pero nunca esperé que fuera Matías quien me llamara.­­—Mariana, soy Matías, necesito que me escuches. Su voz sonaba desesperada, pero no entendía por qué.
—Matías, ¿qué necesidad de llamarme a estas horas por Dios? —Mi voz salió ronca, casi un susurro.
­—Mariana, por favor, necesito que te calmes y me escuches, esto es muy complicado. —Ahora hablaba rápido y se escuchaban sirenas al fondo del teléfono.
—Por favor, no des más vueltas, creo que lo queme digas puede esperar a mañana. — ¿No?
—Yo no estaría tan seguro. Te voy a dar una dirección por GPS y vos vení lo más rápido que puedas ¿Si? ¿GPS? ¿A dónde tendría que ir? ¿Sería una sorpresa de Martín?
—Está bien, pero espero que no sea una de tus bromas Matías.
— ¿¡Te parece que llamaría a las 4 a.m. para hacerte una broma el día antes de tu casamiento!? Estas loca, por favor, vení lo másrápido que puedas, pero sé prudente. —Por favor, este chico se volvía cada vez mas loco y extraño.
—Está bien Mati, creo que vos te tenes que calmar. Me visto y salgo.
—No te cambies, veni como estas, cuanto antes mejor. —Y me colgó.
Me llegó su mensaje con las coordenadas para el GPS y salí disparada al guardarropa por un abrigo y un par de zapatos. Bajé las escaleras como si se quemara la casa, tomélas llaves de mi Mini Cooper y sali disparada al garaje. Abrí el auto y la puerta del garaje, puse primera y fui hacia las puertas de mi mansión.
Al llegar a las coordenadas que había puesto en el GPS, vi que era un lugar lejos de la civilización, más bien, era un bosque. Llamé a Matías, enojada y con mucha ira, por haberme engañado y hacerme una broma semejante. Pero el olor a humo y a quemadome empapó y empecé a ver las llamas a lo lejos, y aún más confusa temí lo peor. Marqué el número de Matías y al primer timbre contestó.
—Mariana ¿Dónde estás?
—Acá en donde me dijiste, es muy cerca del aeropuerto.
—Voy para allá, no te muevas. —Como si fuera a moverme, sola, en la noche, en un bosque. Si claro.
—Ok, te espero en el auto.
Tras una larga espera de cinco minutos que parecieron...