Historia de violencia
Aun sigo creyendo que lo que paso con mi mujer fue lo mejor, era mi regalo de día de madres si pensarlo le di el mejor que jamás le hubiesen dado.
Ese día estaba tomando recuerdo perfectamente lo que dije “ya estoy hasta la madre no puedo ni levantarme de esta silla pareciera que meabraza con fuerzas para no dejarme ir y quedarme aquí”, ja ja veo la cara de Sofi sonriendo ¿será el efecto de mi hierva santa mezclada con el alcohol? o ¿será una realidad? Sea lo que sea que hermosa mi niña llena de alegría, ni hablar aunque no quiera tengo que irme a la casa a ver que se le ocurre hoy a la inservible de mi mujercita para fastidiarme, hoy tratare de no agredirla para no pelearde veras que quiero cambiar aunque Dora sea una inútil pues es la madre de mi hija tengo que estar bien con ella si no de que sirve mi dinero gastado en tanto ramo de rosa hoy si para que vea voy a llegar en son de paz.
Trate y trate de hacerlo de una y mil formas lo juro trate de ver a Dora con ojos de amor, trate de ser tolerante y no estallar a la primera provocación de ella pero es que es taninútil que la estupida me dejo caer enfrente de un vecino que va a decir la gente, que el respetable señor Leonardo es borracho que hace sufrir a su esposa verdaderamente no le encuentro una explicación a la estupidez de mi mujer, tengo que darle su merecido aunque no quiera es una manera de corregirla para a ver si entiende como al perro le doy una patada y entiende que no debe estarmemolestando.
- ¡quítate Dora eres una imbecil! Y escuche su estupida -voz no Leonardo no otra vez lo prometiste!- en ese momento me invadió la mas grande ira que jamás había sentido, cuantas veces ella había prometido no hacerme enojar y lo hizo, tuve que darle un buen trancazo en la geta para que se callara y no me molestara, pero insistió en hacer su voluntad y no la mía, me hizo enojar mas con esaactitud si que tuve que darle su merecido, si la golpeaba sin descanso
y entre mas me decía -basta Leonardo, basta- la ira me invadía cada vez mas parecía que Dora no entendía que ella estaba para servirme, para hacer mi
Voluntad y no la de ella, es mujer, para eso nació para servir al hombre para lamer el suelo que yo piso si se me antoja, le estaba dando una paliza mas fuerte que la de ayer...
Regístrate para leer el documento completo.