Historia del arte
Por su naturaleza, sólo un trabajo perseverante y tesonero de síntesis puede decantar y resumir laenorme información documental y gráfica que fue atesorada por los autores. En esa formidable tarea y, considerando que ahora la historia se escribe también con imágenes, Historia del arte en Bolivia presenta una renovación de imágenes que dan muestra del desafío que fue revisar el enorme registro fotográfico personal, acumulado en interminables viajes por el territorio nacional. Este esfuerzo derecapitulación fue casi una tarea personal de la arquitecta Gisbert. Esfuerzo que sólo recibió la colaboración familiar en dos capítulos que se acreditan como corresponde.GRÁFICA. Siguiendo los razonamientos del historiador catalán Palos, la edición de una Historia del arte en Bolivia con renovada gráfica estaría en el cambio que están tomando los estudios históricos del arte hacia la llamadacultura visual. Por ello es importante conocer sobre las metodologías y técnicas de trabajo empleadas por la autora en ese archivo gráfico y con ello, comenzar a desarrollar una “hermenéutica histórica de datos visuales”, una manera muy particular de trabajo, ideal para nuestro medio porque evita técnicas enrevesadas y los amasijos de la interdisciplinariedad.
Recurrir a las imágenes va más allá quesimplemente ilustrar un texto. Construye cultura visual y, con ella, cada lector realiza una particular y personal “lectura estética” de nuestro pasado artístico. A partir de ahí, el texto nos envuelve entre el dictado académico de los autores y esa visión particularizada, culturalmente diversa, de cada persona. Escindida en tres partes, Historia del arte en Bolivia tiene una periodizaciónconservadora: el período prehispánico, el colonial, republicano y los tiempos modernos. Está llevada, sobre todo, por metodologías emergentes de los análisis formal, estilístico e iconográfico. Cada tomo comienza con una contextualización histórica general y con una particular correspondiente a cada período. Pasaré a reseñar brevemente cada tomo, mencionando algunos temas de interés y apego personal paramotivar su lectura.
El primer libro está dedicado al período prehispánico desde las remotas migraciones hasta la ocupación inca. En ese ciclo histórico cada tiempo tiene su contextualización social, productiva y de técnicas, ya sea para épocas tan importantes como Tiwanaku como para el difícil momento histórico de los collas. La odisea del arte boliviano comienza con la monumentalidad del sitioarqueológico y sus obras de arte de formato menor, viaja por los chullpares de la región de Carangas y el excepcional arte mural policromado de los chullpares de Willa Kollu. CHIPAYA. En este tomo inicial de Historia del arte en Bolivia se presenta la experiencia urbana chipaya. Esa interpretación sirve a la autora para poner en contexto al arte, insertándolo en las ciudades que lo acunaron.
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