La metáfora más importante del diseño moderno durante la primera mitad del siglo XX fue sin lugar a dudas la máquina,considerada un símbolo y un motor del progreso, de lademocracia y del control sobre la naturaleza. Estimuló la imaginación de muchos arquitectos, diseñadores industriales y gráficos, que vivían en zonasindustriales y quesintieron la necesidad de renovar el aspecto del entorno cotidiano y las formas de comunicación visual. En ningún otro momento se dio esa urgencia con mayor intensidad quedurante lasprimeras décadas del siglo XX. El ambiente de cambio político, económico y tecnológico instó a los creadores a experimentar con una intensidad sin precedentes.Después de la primera guerra mundial lospaíses europeos se vieron impulsados a actuar, a crear un mundo nuevo y democrático, con lo cual muchos diseñadores vieron en ello laoportunidad para crear un nuevo estilo de vida, aplicando susconocimientos prácticos y teóricos combinando las innovaciones técnicas de la producción en serie, con lasnovedades estilísticas vanguardistas basadas en sencillez y abstracción geométrica. Al unirsepor primera vez esas dos fuerzas, se creó una poderosa fórmula de la que surgió unnuevo estilo de diseño, movimiento idealista basado en la necesidad de renovación y cambio. Los países bajos fueron losprimeros en asumir estos ideales y los aplicaron sobre eldiseño. La Unión Soviética siente la necesidad de dar una función posrevolucionaria a la arquitectura y al diseño visual, para lograr unnuevo lenguaje que combine laespiritualidad y el idealismo social. Este se resuelve en una propuesta práctica, ordenada, llamada realismo social, derivado de las nuevas necesidades materiales. De...
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