Historia del ballet clasico
La técnica de la danza en este periodo, recogida por Raoul Feuillet en su libro Coreografía , incluía pasos y posiciones todavía identificables. Se desarrolló una nueva forma teatral: la ópera-ballet, que aunaba el canto y la danza en una serie de danzas unidas de tema común.
Los bailarines del siglo XVIII se veían entorpecidos por los trajes, zapatos, pelucas y miriñaquespara ellas.
Fue Marie Anne Camargo quien acortó las faldas y empezó a usar zapatillas sin tacón, para exhibir sus pasos y saltos. Su rival, María Sallé desechó el corsé y se colocó túnicas griegas para bailar Pigmalión .
A pesar del virtuosismo de los bailarines franceses, los coreógrafos que trabajaban fuera de París consiguieron una expresión más dinámica en sus ballets. Fue JohnWeaver quien eliminó las palabras e intentó transmitir sentido dramático por medio de la danza y el gesto. En Viena se dio a conocer la pantomima.
En este sentido hay que destacar la figura de Jean Georges Noverre, cuyas Cartas sobre la danza y los ballets (1760) ejercieron una notable influencia.Para el los movimientos debían fluir natural y armónicamente. Noverre encontró una oportunidad paraplasmar sus ideas en Stuttgart, Alemania, donde produjo por primera vez Medea y Jasón.
Jean Dauberval,alumno del anterior,en su ballet La fille mal gardée (La muchacha mal custodiada, 1789) aplicó los principios de su maestro.
La danza en puntas empezó a desarrollarse , aunque los bailarines se ponían de punta sólo unos instante ya que aún no se habían inventado las zapatillas de puntadura.
El ballet Las sílfides, cuya primera representación tuvo lugar en París, inauguró el periodo del ballet romántico. Maria Taglioni, solista, interpretaba una criatura sobrenatural que es amada y destrozada de forma involuntaria por un mortal.
Las sílfides inspiraron muchos cambios en los ballets de la época.
También debemos mencionar Giselle (1841), con música de Adam y coreografíade Jean Coralli.
El ballet romántico, sin embargo, no se inspiró exclusivamente en temas sobre seres de otro mundo.
Las mujeres dominaban (y aún lo hacen) el ballet romántico.
Entre el ballet que vivía un proceso expansivo en Europa y la escuela bolera (danza académica española) surgió un importante vínculo.Los temas españoles comenzaron a estar de moda en los repertorios de losballets.El gran Marius Petipa cristalizó la esencia española dentro del ballet clásico, produciendo entre 1847 y 1888 junto a Ivanov una serie de ballets y fragmentos de aire y estilo españoles que son verdaderas obras maestras.
Pero en Europa el ballet empezaba a perder interés. Durante la segunda mitad del siglo XIX se produjeron pocos ballets destacables en la Ópera. Aunque sí que podemosseñalar Coppélia, Sylvia y La fuente, con música de Leo Delibes.
Rusia,sin embargo, sí que siguió con a tradición del ballet , gracias al coreógrafo Marius Petipa. Entre sus obras están los ballets quizás más conocidos: La bella durmiente (1890), El lago de los cisnes y Cascanueces, las tres en colaboración con el Liev Ivanov, sobre música de Piotr Ilich TChaikovski.
Petipa llegóa convertirse en un punto de referencia. Fokine hizó Hincapié en la idea de expresividad.
Los Ballets Rusos, fundados por S.Diaghilev con la colaboración del anterior, supusieron el inicio del ballet moderno. Supuso el resurgir de la figura masculina que había sido olvidada y la aparición de nombres como Vaslav Nijinski. La compañía creó un gran número de nuevas piezas, incluido un ballet de unsolo acto de Fokine de temática oriental: El pájaro de fuego (1910), Sheherazade (1910) y Petruska (1911).
Diaghilev contrató no solo a compositores y coreógrafos sino también artistas, pintores, poetas y compositores de Europa occidental, como Pablo Picasso y Maurice Ravel, para colaborar con los ballets. George Balanchine, y el bailarín y coreógrafo ruso-francés Serge Lifar abrieron nuevos...
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