Historia del grupo Techint

El habitual tachin-tachin de Techint

Como para no esperar mucho, el principal grupo empresario del país salió esta semana a marcarle la cancha al gobierno. Cultor del perfil público bajo, no es habitual que realice declaraciones a los medios o que se lo encuentre charlando en quinchos los fines de semana, pero sí es una voz muy escuchada en todos los corrillos de las centrales empresarias.Quien muchas veces habla por él es el actual Vicepresidente de la UIA Luis Betnaza, quien pasara a la fama en agosto del 2011 cuando afirmara: "no veo la hora que lleguen las primarias así se termina esta farsa" del kirchnerismo. Buen analista político. Cuando se habla de Paolo en “la vida real” muchos piensan en el personaje estereotipado del rockero que llevara a la fama Juan Alberto Badía,pero en la vida empresaria, Paolo, es Rocca. Tercera generación de empresarios, el actual Presidente del Grupo Techint realizó declaraciones esta semana en el seminario Propyme que esa organización realizó en el Hotel Sheraton, al que asistieron 750 empresarios que son sus clientes y proveedores, digamos, un grupo de empresas cuyo destino depende casi únicamente de si el Ingeniero Rocca les quierecomprar o les quiere vender, y a qué precio. En esta oportunidad, se refirió a la gran “dimensión que ha tomado el Estado” y destacó como negativo “el aumento de la presión impositiva del 21% de hace diez años al 38% actual”. “Es un cambio estructural grande que impacta en la competitividad de las empresas”, remató. En julio de este año, junto a la Presidenta de la Nación inauguraron una estaciónde desgasificado al vacío en una de las empresas del grupo y al relatar la historia de la empresa se refirió al espíritu emprendedor de su abuelo Agostino y del General Savio. A Techint no siempre le ha inquietado el tamaño del Estado o, si le preocupaba, lo disimulaba bastante bien. Tal vez, lo que perturba es que el Estado no esté a su servicio –como pasara con la mayoría de los últimosgobiernos argentinos-. Cuenta la leyenda, que su abuelo Agostino, también ingeniero italiano, fue puesto a la cabeza del IRI (Instituto para la Reconstrucción Industrial) por el gobierno de Benito Mussolini para que salve a importantes empresas al borde de la quiebra debido a la crisis de 1930. El pionero de los Rocca continuaría como funcionario público reorganizando acerías y complejos industrialeshasta la caída del fascismo en 1945. El camino al exilio lo encontró en Argentina cuando fundó una empresa de 15 empleados en 1946 para importar bienes de capital desde Italia. Dos años después, al calor de los préstamos blandos (estatales) y del crecimiento industrial del país, comenzó la construcción del complejo en la ciudad bonaerense de Campana y su meteórico ascenso lo lograría asesorando ytrabajando junto al General Savio en los planes siderúrgicos de Perón. Es innegable que en el podio de los empresarios industrialistas, con sus cuitas al hombro, el apellido Rocca, junto al de DiTella, Gelbard, Diamand y Madanes, suenan como los más encumbrados. De ellos, sólo dos familias continúan en carrera, lo que da cuenta cabalmente del proceso desindustrializador que vivió nuestro paíshasta fines del siglo pasado. Al respecto parecería apropiado rescatar el concepto de “ámbitos privilegiados de acumulación” de la profesora de la UNLP Ana Castellani o de “cuasi rentas de privilegio” del profesor Hugo Nochteff de FLACSO, no para menoscabar la presencia del Estado en los procesos de desarrollo económico de un país, sino para poner las cosas en su lugar cuando los mismos empresariosbeneficiados, denostan a sus mentores cuando éstos osan disciplinarlos, aunque sea un poquito. Tampoco Roberto Rocca, líder del conglomerado familiar desde 1978 a 2003 y padre de Paolo, debió haber criticado el tamaño del Estado cuando la dictadura cívico militar en 1982, de la mano de Domingo Cavallo, nacionalizó los U$S 350 millones que el Grupo mantenía en moneda extranjera y de los que pagó...