historia del humor
Oscar Steimberg
La reflexión sobre el humor gráfico, en cualquiera de sus áreas de producción de sentido, presenta
dificultades particulares. El humor gráfico no es definido habitualmente más que de un modo funcional o
consuetudinario: es "eso" que suele entenderse como humor en la titulación de las secciones y en loscomentarios o los reportajes, y ni aun los textos históricos o críticos que se le refieren suelen destinar
demasiado espacio a la definición de su objeto.
Al respecto, puede postularse que corresponde tomar al menos dos recaudos en la discusión de esta área
de discursos, especialmente si se quiere atender a las novedades surgidas de las rupturas estilísticas del
último siglo.
El primer recaudo deberáconsistir en la consideración del concepto de humor -obviamente central en la
definición del género elegido- en un sentido acotado, evitando el efecto de inespecificidad que surge de la
relación de sinonimia que suele establecerse entre el humor y el conjunto de lo cómico. Y el segundo
recaudo consistirá en el cuidado de la consideración de los dispositivos productivos del humor gráfico,diferenciándolos de los de otros tipos de humor (no gráficos) y del resto de la comicidad impresa.
Esto plantea, entre otros, un problema terminológico.
1. La entrada por el humor y un primer problema de definición.
1.1. El humor y su diferenciación dentro del reino de lo cómico.
La diferenciación entre lo cómico (en general) y lo específicamente humorístico tiene una larga historia
en losestudios literarios, y pueden encontrarse enérgicos deslindes, como se sabe, en los espacios teóricos
más diversos, de Bajtín a Northrop Frye, con antecedentes que remiten al primer romanticismo. Pero
tratándose de comicidad y humor mediáticos, parece haber retornado la indiferenciación que en relación
con los géneros literarios o artísticos indignó a tantos, de Pirandello a Escarpit. Ante la miradadistraída
del cronista, pero también muchas veces del crítico mediático pasan a ser entonces "humor" la comicidad
directa, la parodia (muchas veces no humorística) o la sátira. Y en estos momentos de cambio, mezcla,
borramiento y surgimiento de nuevos géneros es tal vez más pertinente aún que en otras etapas la
reflexión sobre estas categorías empíricas, que influyen incluso en lasclasificaciones empleadas en la
investigación y la crítica.
Al respecto, la definición de Freud mantiene su interés y utilidad, debido a su carácter de resumen
(muchas veces no explicitado, debido a los objetivos acotados de la exposición freudiana) del estado de la
noción en las primeras décadas del siglo2, y a su valor operatorio, asentado sobre una visión organizada
de las diferencias entre tresregistros con distintos grados de generalidad: el de lo cómico, el del chiste y
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Publicado en Signo y seña, Instituto de Lingüística, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, 2001. Una primera versión de
este texto formó parte del informe correspondiente a la investigación (UBACYT, 1997-1998) "Categorías y dispositivos
constructivos de las historias de la cultura de la imagen en la Argentina",realizada con apoyo de la Secretaría de Ciencia y
Técnica de la Universidad de Buenos Aires en la cátedra de Semiótica de los Géneros Contemporáneos, Facultad de Ciencias
Sociales, UBA.
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Las definiciones freudianas de lo cómico y el chiste (El chiste y su relación con lo inconsciente, ed.cast. Obras Completas,
v.8, Amorrortu, B.Aires, 1979-1988) han sido ampliamente valoradas; mucho menos, ladel humor ("El humor", Obras
completas, v.21, íd.,íd.). Es importante para advertir los alcances de esta tercera noción la lectura de la obra de Ernst Kris: ed. cast.
Psicoanálisis de lo cómico, Paidós, B.Aires, 1964; sin embargo, su vasta y fundadora revisión de los tres conceptos y de su
aplicación a distintas zonas de la cultura no incluye (tal vez porque no era aún preocupación de época)...
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