Historia del periodismo

PERDIENDO EL CONTROL
Desde su aparición en 1926, la televisión se ha convertido en una las fuentes principales de entretenimiento familiar; no obstante, este poderoso medio decomunicación es cuestionado en la actualidad por ser considerado un factor que contribuye a la degeneración de nuestra sociedad.
Términos como ´telebasura´ tratan de describir loscontenidos llenos de morbo, banalidad y vulgaridad tan característicos en las parrillas de programación de los canales comerciales. Al respecto se han escrito no pocos libros que tratande explicar este fenómeno. Los especialistas coinciden en que la contaminación televisiva se ha desarrollado con pasmosa celeridad a partir de la década del 80.
A pesar de estosanálisis la experiencia demuestra que se trata de un proceso gradual que comenzó sobrellevando bromas aparentemente inofensivas pero degradantes para el ser humano. Distorsiones delidioma tan gráciles como deletéreas, mensajes tan ambiguos como sexualizados, personajes tan superficiales como grotescos; son algunos de los elementos que robustecen la voráginetelevisada.
Como hacen muchos se podría atribuir a la televisión la responsabilidad de la ´involución´ de nuestra sociedad, pero el gobierno del medio de comunicación, de la apuestapor la programación y la propia elección de los espacios a contemplar están en el terreno volitivo del ser humano. La falta de moderación en los contenidos de la TV no es un problemaque se resolverá con iniciativas legales, debates en foros o textos especializados, ni siquiera con la autoregulación. Somos nosotros, los comunicadores, quienes elegimos losformatos y contenidos que se difundirán a través de la ´caja boba´, y somos nosotros, los seres humanos, quienes como televidentes tenemos la facultad de decidir qué programa ver.