historia del peru
que por diferenciarles llamaban al uno Ribera el mozo, y al otro Ribera el viejo,
no porque fuese más viejo que el otro, que antes era más mozo en edad, sino
porque era más antiguo en la compañía de Francisco Pizarro, porque fué de los
primeros que con él salieron de Panamá, y el otro fué de los segundos o tercerosque salieron con Diego de Almagro. Estas menudencias oí en mi tierra a los que
hablaban de aquellos tiempos que eran testigos de vista. Ambos Riberas tuvieron
repartimientos de indios en la Ciudad de los Reyes, donde dejaron hijos e hijas
de toda bondad y virtud. El que Agustín de Zárate llama Alonso de Trujillo, se
decía Diego de Trujillo, natural de Trujillo: yo lo conocí, tenía indiosde
repartimiento en el Cozco. El año de mil y quinientos y sesenta cuando salí de
aquella ciudad, era vivo. También era de los trece, Francisco Rodríguez de Villa
Fuerte, vecino del Cozco, que fué el primero que pasó la raya: asimismo vivía el
año sobredicho, y yo le conocí: solos dos faltan para henchir el número trece,
que no se sabe quiénes fueron.7
Hemos hecho este suplemento a loque Agustín
de Zárate escribe por declarar más su historia, para que los hijos y descendientes
de tan ilustres varones se precien de tales padres. Lo mismo haré en otros pasos
que los historiadores españoles dejaron no tan declarados como los hechos
pasaron, para que los que leyeren los vean escritos por entero.
CAPÍTULO X: Francisco Pizarro pasa adelante en su conquista.
FranciscoPizarro y sus trece compañeros estuvieron en la isla Gorgona
muchos meses padeciendo grandes trabajos, sin casa ni tienda, en tierra donde
perpetuamente llueve, y que el mayor regalo que tenían y la mejor vianda que
comían eran culebras grandes. Parece que vivían de milagro, y que podemos
decir que Dios los sustentaba para mostrar por ellos sus grandes maravillas, y
que permitió que los demáscompañeros se volviesen porque el mundo viese que
aquella obra tan grande era obra divina, y no humana. Porque trece hombres
solos humanamente no podían tener ánimo para emprender la conquista del
Perú, que aún imaginarlo era temeridad y locura, cuanto más ponerlo por obra.
Pero la divina misericordia, apiadándose de la miseria de aquella gentilidad, dió
a estos españoles particularánimo y valor para aquella empresa, por mostrar su
7En la Tercera Parte de la Crónica de Pedro Cieza (de la cual no tuvo acceso Garcilaso, pues sería
publicada siglos después) se dilucidan los nombres de los “Trece de la fama”: Cristóbal de Peralta,
Nicolás de Rivera el Viejo, el griego Pedro de Candía, Domingo de Soraluce, Francisco de Cuéllar,
Alonso de Molina, Pedro de Halcón, García deJerez o Jarén, Antón de Carrión, Alonso Briceño,
Martín de Páez y Juan de la Torre. El decimotercero fue Martín de Trujillo, pero Cieza lo omitió,
porque él hablaba de los que habían llevado a cabo la conquista del Perú, y Trujillo vino a fallecer en
la Gorgona, en donde había quedado juntamente con Peralta y Páez y los indios de servicio. El
cronista Antonio de Herrera lo sustituyó conBartolomé Ruiz, sin advertir que el piloto se volvió a
Panamá en el barco de Tafur, para tornar con Almagro. No obstante, se han venido barajando otros
nombres, tal como lo hace Garcilaso, y aún en tiempos más modernos. Se habla incluso de un 14º
integrante, de nombre Andrés Contero.
50potencia en fuerzas tan flacas como los cabellos de Sansón, para hacer merced
de su Evangelio a los que tantolo habían menester.
Al cabo de muchos meses (porque no pudo despacharse antes) arribó la nao
que Diego de Almagro les envió con algún bastimento, pero sin gente. Socorro
más para desmayar a que volvieran atrás que no para animarles a que pasaran
adelante. Más Dios, que obra sus maravillas, ordenó que cobrasen tanto
esfuerzo, como si todo el mundo fuera en favor de ellos. Porque viendo...
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