Historia del primer desaparecido en un viaje en globo en américa latina
Una excelente crónica sobre los primeros vuelos aerostáticos cubanos y fuente de referencia obligada sobre Matías Pérez, de Don Álvaro de la Iglesia enTradiciones Cubanas, (1911), Editorial Letras Cubanas, 1983. [1
MATÍAS PÉREZ, EL QUE VOLÓ
Álvaro de la Iglesia
No estaba, ciertamente, mucho más adelantada la aerostación en el mundo de lo que hoy está la aviación, y en Cuba se habían lanzado intrépidamente a los aires hombres como Blinó y Matías Pérez, en quienes debían encontrar ejemplo de valor y decisión algunos aviadores que nacieronpara el caso como nosotros para arzobispo. Sin elementos, sin el aliciente siquiera de una recompensa, sin más estímulo que el aplauso y la gloria de realizar una gran aventura, esos aeronautas de afición dejaron bien puesto el pabellón cubano o mejor dicho el nombre cubano, porque en aquellos tiempos aún no teníamos bandera, como que Cuba era una colonia sometida ya a la dictadura de Vives, ya ala más dura aún del marqués de La Habana.
Los globos no fueron conocidos en Cuba hasta el año 1796, según dijimos en nuestras Fechas de América al estudiar la aerostación en esta isla. La primera excursión aerostática se efectuó en La Habana el 19 de marzo de 1828 como uno de los más atrayentes números del programa de festejos combinado para solemnizar la inauguración del Templete de la Plaza deArmas, bajo el gobierno benéfico pero duro de don Francisco Dionisio Vives, cuyo juicio no ha hecho aún de un modo definitivo la Historia, vacilando entre la reprobación y el aplauso.
Aquellas fiestas duraron tres días, desde el 18 al 21 y el héroe del día 19 fue un aeronauta francés, M. Robertson, quien por la tarde se elevó en un globo, es de creer que desde la misma plaza de Armas para quepudiera presenciar la ascensión la primera autoridad de la isla.
Hallábase engalanada la plaza con banderas y ricas colgaduras y la iluminación consistía en multitud de farolitos de colores.
Robertson, que para eso era extranjero, sacó de aquella fiesta, no sabemos si como producto de cuestación o donativos oficiales, la importante suma de quince mil pesos. Fue a caer con su globo en un potrerocerca de Nazareno, conocido pueblito en el partido de Managua y que en aquel entonces contaba unas veinte casas.
A propósito de esas fiestas diremos que se celebró en el Templete una solemnísima misa en la que ofició el obispo don Juan Díaz de Espada y Landa, de grata recordación, quien pronunció una notable oración en presencia del general Vives. Un cuadro, de los tres que encierra el Templete,reproduce esa escena.
El brillante resultado obtenido por Robertson, fue cebo, sin duda, para que otros aeronautas extranjeros vinieran a tentar fortuna a esta capital. En mayo del año siguiente hacía su ascensión la orleanesa Virginia Marotte, que cayó en la tenería de Xifré, y este nuevo éxito despertó el amor propio cubano, que no tardó en revelarse en el hojalatero Domingo Blinó, hombre muyingenioso: construyó él mismo su globo y preparó el gas hidrógeno para inflarlo, lo cual representa en aquella época un gran esfuerzo y un gran mérito.
Sin temor a que se le rompiera el rudimentario montgolfier, ni al brisote reinante, estando aún en el gobierno el general Vives, se lanzó a los aires el 30 de mayo de 1831, desde la plaza de toros del campo de Marte a las seis y cuarto de una tarde...
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