Historia del tiempo
Voy a llegar tarde, sé que voy tarde, son ya las cinco y a las cinco y media tengo que estar, sé queno llego.
Y siguió corriendo refunfuñando para sus adentros; Alicia se quedó maravillada.
Qué cosa más rara, un conejo que anda por ahí vestido con una levita, mirando un reloj debolsillo y diciendo que llega tarde......¿Dónde irá? ¡Ah! Pues yo no me quedo sin saberlo, voy tras él.Y sin pensarlo más siguió al conejo blanco que, un poco más lejos, se metió enun gran agujero que había en el hueco de un árbol.
Se ha escondido en ese árbol, pues yo le sigo........no quiero perderme la fiesta a la que seguro se dirige el conejo.
Dicho yhecho. Alicia se introdujo en el hueco del árbol, pero de pronto notó que caía en el vacío.
¡Ay, que me caigo! Qué raro, caigo pero despacito, despacito, como si bajara en unparacaídas.Efectivamente, Alicia flotaba en su descenso como las hojas cuando en otoño se desprenden de los árboles lentamente, lentamente. Y así, fue a parar a una estancia llena de mueblesparecida a una estancia llena de muebles parecida a un comedor de una casa cualquiera.
Esta debe ser la casa del conejito.
Al posarse sobre el suelo, vio al conejo blanco quedesaparecía por una puerta chiquitita que había en un rincón de la habitación.
¡Oh, qué pena, y soy demasiado grande para pasar por esa puerta.....! voy a quedarme sin ver la fiesta.
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