Historia Humana

Oda a René Barrios Amaya
Ahora te nombran
aquellos que nunca tuvieron un nombre
ni un espacio,
ni siquiera un sueño propio.
La historia no se hizo para ellos, ni por ellos;
solo fueron uno más en la gradería,
actores de la última fila,
los que no sobran ni hacen falta,
el relleno, el extra, el entre-líneas,
el que vuelve a casa
a contar las historias ajenas como propias,
el que secree con derecho a reinterpretar
la historia de los líderes,
sin darse cuenta que la historia misma
se escribe con la sangre de los vencedores,
porque hasta morir por tus propias luchas
es un privilegio de la historia.
René Barrios Amaya,
tu nombre se rodeó de forjadores,
de gente llana y franca,
de sensibles, de soñadores, de patriotas,
de obreros, de los que van haciendo patria
con lalucha de cada madrugada.
Ahora,
los comunistas y los ultraderechistas
te nombran.
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Te nombran como quien dice malas palabras,
como quien no acepta el que hayas escrito
páginas francas,
frescas, nuevas, insospechadas,
reivindicativas, antidogmáticas,
palabras
no comprometidas con revoluciones ajenas,
ni con gobiernos del otro lado del mundo.
Les duele,
en el fondo del “black hole”,les duele.
Les duele porque recién intuyen
que solo fueron espectadores de la historia,
marionetas de un acto insospechado,
porque la historia misma,
pasó al doblar la esquina y
no se dieron cuenta.
Ahora
los frustrados de su propio manipuleo,
los traidores de sus propios principios,
los cobardes de su propias batallas,
y los desubicados del tiempo y del espacio,
pretenden mentirsobre el Constituyente René Barrios Amaya,
adulterando su verdad,
su lucha sindical,
su exilio,
su cárcel
y su muerte ordenada desde Miami
a manos del escuadrón
clara elizabeth ramírez,
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Sociedad Anónima de Capital Variable.
Pero cuando cuenten mentiras,
manipuladores de la política salvadoreña,
acuérdense de la constitución política de 1983,
porque yo se que les duele
y les doleráhasta muchas generaciones.
Les duele porque ustedes nunca estuvieron ahí,
siempre fueron
una sombra difusa en el espacio,
porque esas páginas de la historia
ya tienen dueño,
y porque
el Régimen de Trabajo y Seguridad Social
de la Constitución Política de 1983
fue escrito y firmado
con la sangre de René Barrios Amaya,
es decir con la sangre de los vencedores.
Y el pueblo,
el de losobreros,
campesinos
y mujeres del mercado central
el mismo que enterró a Gerardo Barrios Espinosa,
al siempre amado de Adelaida Guzmán,
ese si sabe la verdad,
a ese no le dan paja, ni le cuentan historietas,
Ese pueblo no cree en los mercenarios
de la política internacional,
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ese pueblo, conoce la historia de cerca,
la que se forja en los mercados,
en las bancas de la iglesia,
en losdormitorios públicos de la calle,
en las madrugadas
bajo el frío de los cafetales.
Ese pueblo
sabe que a ustedes les dolerá por siempre.
Y digo que les dolerá,
porque yo vislumbro el odio en sus ojos,
percibo la manera tenebrosa en sus palabras,
la frustración,
la angustia,
la espina clavada en el cereguete,
el auto-gol,
la mordida inesperada,
el clavo que se clavó para quedarse
hastael enmohecimiento,
hasta que las vísceras
se vuelvan antropófagas de sí mismas,
en la ruina de una sociedad ambidiestra
y corrupta…
Pero bien, no soy yo quien los juzga,
sino quien les recuerda,
que René Barrios Amaya sigue vivo,
en cada lucha de la calle,
y en cada pagina de la historia.
Su voz retumba en la plaza
y en cada última esquina del Congreso.
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Y ahí,
miserablessalteadores de la patria,
les duele.
Les duele porque tarde se dan cuenta
que es fácil matar un hombre,
pero no sus ideales, no sus luchas,
no sus decretos constitucionales.
Entonces,
cuando hablen sobre René Barrios Amaya
saluden
el porvenir de sus generaciones con terror,
porque la existencia
de aquellos decretos constituyentes,
continúan siendo la prolongación
de aquella sombra
que les...