Historia para que
¿Para qué va a servir todo esto?, aun cuando los historiadores no parecen poner en duda la utilidad o la legitimidad de la historia, lo cierto es que pocas veces responden exactamente a esa pregunta.
Cuando se interroga por la finalidad de la investigación histórica quedan planteadas cuestiones cuya conexión íntima no autoriza a confundirlas, la pregunta ¿historia para qué?,pone a debate de manera explícita el problema de la función o utilidad del saber histórico; se trata de cuestiones vinculadas pero discernibles: uno de los criterios conforme a los cuales el saber histórico prueba su legitimidad teórica y otros, de naturaleza diferente, son los rasgos en cuya virtud este saber desempeña cierta función y resulta útil más allá del plano cognoscitivo. Tucídidesescribe: (aquellos que quisieren saber la verdad de las cosas pasadas y por ellas juzgar y saber otras tales y semejantes que podrán suceder en adelante, hallarán útil y provechosa mi historia; porque mi intención no es componer farsa o comedia que de placer por un rato, sino una historia provechosa que dure para siempre).}
La eficacia del discurso histórico (como, en general, de las distintas formasdel discurso científico), no se reduce a una función de conocimiento: posee también una función social cuyas modalidades no son exclusiva ni primordialmente de carácter teórico, no hay discurso histórico cuya eficacia sea puramente cognoscitivo; todo discurso histórico interviene (se inscribe) en una determinada realidad social donde es más o menos útil para las distintas fuerzas en pugna, suutilidad ideológica-política no es una magnitud directamente proporcional a su validez teórica; la tendencia a identificar utilidad y legitimidad del discurso histórico tiene con frecuencia su origen en la idea de que la historia siga en curso ineluctable, la confianza en que hay una vinculación directa e inmediata entre conocimiento y acción se apoya en la creencia de que la comprensión del pasadootorga pleno manejo de la situación actual; la utilidad del discurso histórico no desvirtúa su legitimidad, es cierto, pero esta no se reduce a aquella.
Marx no considero jamás el estudio del pasado como una actividad intelectual en sí, lo que contaba para él era pensar históricamente, políticamente … el estudio del pasado no era para Marx indispensable sino al servicio del presente; es claro, sinembargo que no hay descripción posible, fuera de un campo problemático y teórico, los cuales se estructuran en un espacio en cuya delimitación interviene también las perspectivas ideológicas, “La función del historiador no es ni amar el pasado ni emanciparse de él, sino dominar y comprenderlo, como clave para la comprensión del presente”.
la historia se emplea de manera sistemática como uno de losinstrumentos de mayor eficacia para crear las condiciones ideológicas-culturales que facilitan el mantenimiento de las relaciones de dominación; “La historia es una dialéctica de la duración; por ella, gracias a ella, es el estudio de la sociedad, de todo lo social, y por tanto del pasado; y también, por tanto, del presente, ambos inseparables”; la historia no sería entonces sino un conjunto deinterpretaciones de validez relativa, cada una de ellas a la visión que en lo sucesivos presentes se tiene del pasado, “organizar el pasado en función del presente: eso es lo que podría denominarse función social de la historia”; el historiador no es un juez, ni siquiera un juez de instrucción, la historia no es un juez; es comprender y hacer comprender, el achatamiento del esfuerzo explicativogenerado por la propensión a juzgar limitada la capacidad de pensar históricamente.
Historia, ¿para qué? La primera respuesta en acudir a la mente sería: la historia obedece a un interés general en el conocimiento. Conocer un sector de la realidad; la historia tendría como objetivo el esclarecimiento racional de este sector, aunque no se lo proponga, la historia cumple una función: la de comprender...
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